Justicia Alimentaria denuncia la trastienda del  marketing de comida en redes sociales: “Tenemos que ver a los influencers como lo que son: vendedores”

Campaña #unfollow

La organización ha monitorizado la actividad de los 11 influencers con más seguidores, así como otros 5 especializados en alimentación

Dicen que el 96% de los alimentos y bebidas que muestran en sus cuentas son nutricionalmente insanos. Sólo un 17% identifica el contenido como publicidad

Imagen promocional de la campaña de denuncia

Imagen promocional de la campaña de denuncia

Justicia Alimentaria

Aida Domènech, más conocida como @dulceida, posa con su hija recién nacida en una mano y un fuet de un conocida marca en la otra. La imagen, publicada en Instagram en 2024, acumula cerca de un millón de 'likes'. Para muchos, es una tierna bienvenida a la maternidad: para Justicia Alimentaria, es una bomba envuelta en celofán. 

La organización ha presentado esta semana un nuevo informe, llamado 'Unfollow', en el que denuncia precisamente eso: el creciente peso del marketing de influencia sobre todo en la salud nutricional de la población más joven. 

Las cifras que arrojan el estudio desde luego alertan: el 91,8 de los niños entre 8 y 16 años no come dos raciones de verdura al día. El 86% ni siquiera una. El 59% no consume fruta. Mientras tanto, las redes sociales -con TikTok, Instagram y YouTube a la cabeza- se han convertido en la nueva televisión. 

Ilustración de la campaña 'Unfollow'

Ilustración de la campaña 'Unfollow'

CLV

En estos nuevos canales, los productos con peor perfil nutricional se promocionan con una cercanía y sutileza sin precedentes. “Es como un huevo Kinder al revés: el regalo va por fuera -el influencer- y el producto por dentro”, señalan desde la organización. 

Tras monitorizar la actividad de los 11 influencers con más seguidores, así como otros 5 especializados en alimentación, la organización ha encontrado que el 96% de los alimentos y bebidas que se muestran en sus cuentas son nutricionalmente insanos. Sólo un 17% de las cuentas analizadas identifican el contenido como publicidad. 

Es como un huevo Kinder al revés: el regalo va por fuera -el influencer- y el producto por dentro

Justicia Alimentaria 

El informe denuncia que las campañas de comida insana se dirigen con especial intensidad a los sectores sociales más vulnerables, donde los índices de obesidad infantil alcanzan ya el 46.7%. “No es libertad de elección cuando solo tienes opciones malas o cuando te manipulan emocionalmente desde los cinco años con mensajes disfrazados de entretenimiento”, afirma el documento. La publicidad en redes, además, escapa en gran parte a las regulaciones actuales, que fueron diseñadas para un panorama mediático que ya no existe. 

Ilustración de la campaña 'Unfollow'

Ilustración de la campaña 'Unfollow'

CLV

Justicia Alimentaria reclama medidas urgentes: limitar la publicidad de alimentos insanos dirigida a menores, establecer regulaciones claras para influencers y reforzar el etiquetado nutricional. “Tenemos que dejar de ver a los influencers como creadores de contenido y empezar a verlos como lo que son: vendedores. A menudo, de lo peor de nuestra dieta.”

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...