Cuando hace unos meses adelantamos que el ránking británico 50 Best desembarcaría en Norteamérica con una lista propia -que incluiría en sus páginas a restaurantes de Estados Unidos, Canadá y de algunos puntos del Caribe-, la expectativa era enorme, ya que la idea prometía un gran salto para la cocina de la región dada la poca representación que los restaurantes norteamericanos tienen en el listado global.
Este ránking ya es una realidad después de que el pasado jueves se anunciara en Las Vegas (Nevada) el primer North America’s 50 Best Restaurants, una lista que confirmó tanto las predicciones como algunas sorpresas. El gran vencedor fue Atomix, del matrimonio Junghyun “JP” y Ellia Park en Nueva York, un restaurante que consolida la pujanza de la cocina coreana contemporánea en la Gran Manzana.
El equipo del restaurante Atomix recogiendo el primer premio
Abierto en 2018 en un discreto local del barrio de NoMad, Atomix se ha convertido en un laboratorio de alta cocina donde cada detalle cuenta: desde las tarjetas ilustradas que acompañan a cada pase para explicar el trasfondo cultural del plato, hasta el diseño minimalista del espacio, concebido para que el comensal se concentre en la experiencia. El menú degustación que ofrecen, para solo una docena de asientos alrededor de una barra, combina técnica de vanguardia con raíces profundamente coreanas, ofreciendo una narrativa gastronómica que habla tanto de memoria como de innovación.
En Nueva York
Abierto en 2018 en un discreto local del barrio de NoMad, Atomix se ha convertido en un laboratorio de alta cocina donde cada detalle cuenta
Le sigue de cerca en el segundo puesto del ránking Mon Lapin (Montreal), convertido en un referente canadiense; y en el tercero Pearl Morissette (Ontario), con un discurso basado en el producto local. Entre los diez primeros puestos también destacan Tanière³ (Quebec), que se llevó además el Art of Hospitality Award; Dakar Nola (Nueva Orleans), un ejemplo de cómo la diáspora africana impregna la cocina del sur de EE.UU.; Kalaya (Filadelfia), con su mirada al sudeste asiático; o SingleThread (Healdsburg, California), premiado además este 2025 como el restaurante más sostenible.
Los 50 mejores restaurante de Norteamérica
- Atomix. NYC
- Mon Lapin. Montreal
- Pearl Morissette. Lincoln
- Smyth. Chicago
- Tanière 3. Quebec
- Dakar Nola. Nueva Orleans
- Kalaya. Filadelfia
- SingleThread. Healdsburg
- Le Bernardin. NYC
- Le Veau d’Or. NYC
- Quetzal. Toronto
- Baan Lao. Richmond
- Benu. San Francisco
- Californios. San Francisco
- The Four Horsemon. NYC
- Friday Saturday Sunday. Filadelfia
- Moon Rabbit. Washington D.C.
- Via Carota. NYC
- Chubby Fish. Charleston
- Locust. Nashville
- Saison. San Francisco
- Montréal Plaza. Montreal
- Kono. NYC
- Aska. NYC
- Lady Bear. San Francisco
- Kato. Los Ángeles
- Kann. Portland
- Published on Main. Vancouver
- Le Violon. Montreal
- Emeril’s. Nueva Orleans
- Kasama. Chicago
- Royal Sushi & Izakaya. Filadelfia
- Saga. NYC
- Albi. Washington D.C.
- Jungsik. NYC
- Corima. NYC
- Dogon. Washington D.C.
- César. NYC
- Café Carmellini. NYC
- Penny. NYC
- Buzo Osteria Italiana. Bridgestown (Barbados)
- Holbox. Los Ángeles
- Alma. Montreal
- Mhel. Toronto
- Alma Fonda Fina. Denver
- Atelier Crenn. San Francisco
- Providence Los Ángeles
- Quince. San Francisco
- Stush in the Bush. St Ann (Jamaice)
- Beba. Montreal
El listado se completó con clásicos que ya cuentan con repercusión internacional, como los neoyorkinos Le Bernardin o Le Veau d’Or, que reafirman a la Gran Manzana como epicentro gastronómico de la región.
El listado se completó con clásicos que ya cuentan con repercusión internacional, como los neoyorkinos Le Bernardin o Le Veau d’Or
Además la nueva lista también demuestra que Canadá juega en primera división a nivel gastronómico; que ciudades como Filadelfia o Nueva Orleans se abren paso; y que California sigue marcando tendencia con proyectos ligados a la sostenibilidad.
La idea de la organización es que la primera edición de North America’s 50 Best Restaurants repercuta en un aumento de visibilidad para chefs y proyectos que hasta ahora no encontraban un escaparate global en el que brillar. De momento, el nuevo listado ya confirma algo: que la gastronomía norteamericana no se mide ya solo en clásicos consagrados, sino por la capacidad de reinventarse, de contar nuevas historias y de diversificar la escena.
