El cervecero que revolucionó la cerveza artesana se instala en Catalunya

El “último baile”

Menno Olivier es ahora socio de la multipremiada cervecera suriense La Pirata

¿Dónde encontrar las mejores cervezas artesanas de Catalunya? Una nueva guía lo responde

El cervecero neerlandés Menno Olivier

El cervecero neerlandés Menno Olivier

Lucia Meler/Cedidas

Al cervecero neerlandés Menno Olivier se le reconoce un hito: haber escrito la historia de la cerveza moderna. Lo hizo desde su cervecería De Molen, en Bodegraven (Países Bajos), fundada en 2004 y ubicada en un antiguo molino construido en 1697 llamado De Arkduif, que fue lugar de peregrinaje para tantos profesionales y aficionados a la cerveza artesana. Hoy, desde Súria, rellena una nueva página.

A comienzos de los 2000, cuando Estados Unidos dominaba la ola cervecera mundial con una apuesta por la innovación y el riesgo, Olivier redobla esfuerzos y lanza cervezas extremas, “con ingredientes inesperados, como hierbas locales o stroopwagels (las galletas típicas de Holanda), variedad de barricas viejas de vino y destilados, pensadas para la guarda, y con un desarrollo técnico extraordinario e información relevante en las etiquetas que sumó en la divulgación, como las variedades de malta y la densidad original del mosto”, dice Susana Giner, de 2D2Dspuma, su primera importadora en España, quien afirma que las botellas de Olivier eran consideradas de culto y representaban un gran objeto de deseo entre coleccionistas.

El cervecero neerlandés Menno Olivier

El cervecero neerlandés Menno Olivier

Lucia Meler/Cedidas

Tal fue así que acceder a ellas, al principio, fue complicado. “Se las comprábamos a una especie de zíngaro cervecero, un tipo muy friki y muy bebedor, que viajaba de evento en evento y de feria en feria vendiendo birras extremas. Nos encantaban y vimos mucho potencial en ellas, y posteriormente, hacia 2009, un agrupador de marcas de cerveza nos ofreció la posibilidad de distribuirlas en España y aceptamos”, cuenta Giner. La recepción, al principio, fue muy minoritaria, pero a partir de 2011, De Molen aumentó su producción y buscó distribuidores que dieran un mayor alcance a su producto. “Era la época de la revolución craft en España y las cervezas De Molen empezaron a moverse mucho más”.

“Todo empezó hace 40 años, en mi casa, como un hobby, con un sistema que soldé yo mismo”, explica Menno Olivier. “Estaba fascinado por la posibilidad de poder hacer cerveza de forma independiente. No había internet por aquel entonces y sacaba la información de libros y materials que obtenía en Bélgica. Caí enamorado de la inmensa variedad de cervezas y quise hacerlas todas. Y esto es algo que aún hoy me sucede: no pasa ni un día sin que una nueva receta o una nueva idea me vengan a la mente y sienta que tengo que traerlas a la vida”.

La proximidad y la calidad son centrales en el mundo de la cerveza artesana, así como la creatividad”

Menno OlivierCervecero

En 2019, el éxito de De Molen culminó en su adquisición por la bávara Royal Swinkels Family Brewers, lo que conllevó un cambio de rumbo y la desvinculación, un año más tarde, de Menno Olivier, que se apartó del mundo profesional cervecero por problemas cardíacos. Cuatro años después de su salida, Olivier volvió a la carga se trasladó a Súria para fundar Menno Olivier Brewing. “Había decidido retirarme todavía joven con mi compañera en una bella masia catalana, pero el gusanillo de la cerveza es muy fuerte”, dice Olivier. “Todo comenzó como un proyecto personal para explorar mi pasión cervecera y ahora, en La Pirata, con Aran León, se ha convertido en un reto real, aportando mi experiencia y valor a una cervecera sólida y con un gran futuro. Es mi último baile”.

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Menno Olivier brewing 

Lucia Meler/Cedidas

A su parecer, el sector de cerveza artesana ha alcanzado un alto grado de madurez. “Hay un público experto que sabe exactamente qué es bueno y qué no lo es. Ahora es un buen momento para las cerveceras pequeñas pero tecnológicamente avanzadas y cercanas a su comunidad. La proximidad y la calidad son centrales en el mundo de la cerveza artesana, así como la creatividad”. Olivier lo sabe bien y gran parte de sus etiquetas reciben nombres catalanes, como La Pell (Catalan Barley Wine envejecida 9 meses en barrica de Brandy Orange), Cendra, Foc Negre, Cel y Terra, con precios de entre 4€ y 5€. Asimismo, ha elaborado una cerveza inspirada en la crema catalana que saldrá al mercado próximamente.

“Mis cervezas tienen un sabor complejo y están hechas a partir de ingredientes de la más alta calidad. Aprendí hace mucho tiempo que tienes que hacer el mejor producto que puedas. Y si es bueno, la gente pagará un precio justo. Porque recortar en calidad es algo que se percibe inmediatamente en la cerveza”, explica Olivier, para quien lo mejor de hacer cerveza es la mezcla de creatividad y precisión en juego.

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