Para dominar el arte de la cocina, no basta con saber cocinar con maestría los alimentos, sino que también es importante manipularlos debidamente desde el punto de la seguridad alimentaria. Existen muchas prácticas comunes que pueden hacernos enfermar por un error inconsciente, como lavar el pollo en el fregadero antes de cocinarlo o no conservar la cadena de frío del pescado después de comprarlo.
En concreto, los huevos son alimentos particularmente delicados, con los que hemos de tener un cuidado más minucioso si cabe. A este respecto, un chef profesional ha alertado en redes sociales sobre un error que hay que evitar al cascar los huevos, pues, si se hace de forma incorrecta, podríamos contaminar el resto de alimentos que vayamos a cocinar o comer.
No cometas este error al cascar los huevos
David Guibert es un cocinero que comparte en su perfil de Instagram (@davidguibertchef, con 215 mil seguidores) recetas, técnicas y consejos. En una de sus publicaciones, recopila tres errores a la hora de utilizar huevos que es importante conocer (y no cometer) para cocinar de forma segura.
El más reseñable llega en el momento de cascar los huevos. Tal y como subraya David Guibert, es fundamental cascar el huevo en un recipiente distinto de aquel en el que vayan a echarse estos y otros alimentos. Si se cascan en el mismo recipiente donde vayan a mezclarse o batirse con otros ingredientes, “las bacterias quedan en el bol y pueden pasar a la comida”, advierte el experto.
Asimismo, indica que cada vez que se manipulen los huevos hay que lavarse las manos. De lo contrario, “en caso de haber alguna bacteria en la cáscara, la estarás pasando al resto de alimentos que toques”.
Otro aspecto señalado por el chef es que, al llegar a casa después de hacer la compra, mucha gente mete los huevos directamente en la nevera, pero “esto no es bueno, porque es más fácil que las bacterias pasen al interior del huevo”.
En este último aspecto ahondó Luis Riera, director de SAIA –consultoría de seguridad alimentaria y del agua–, en este reportaje. La razón por la que los huevos no deben meterse en la nevera tan pronto como llegamos del supermercado o de la calle es que “la cutícula, es decir, esa capa fina que envuelve al huevo por debajo de la cáscara, puede romperse con un cambio brusco de temperatura”.
El especialista concluyó que “el huevo, mientras tenga la cutícula intacta, es bastante estéril”. Por tanto, concluyó Riera que “da igual mantenerlo en frío o en caliente siempre y cuando no hayan pasado más de 28 días, que es el tiempo que tarda en envejecer”.


