Si hay algo que algunos empresarios han perfeccionado es el arte de hacer malabares con los sueldos. No con los suyos, claro, sino con los de quienes buscan trabajo. La última joya del sector hostelero, publicada por Soy Camarero, lo deja claro: buscan a un cocinero… pero también a un camarero. Todo en el mismo contrato, claro.
No es un error tipográfico, ni dos ofertas pegadas por accidente. Es una sola posición que combina ambas funciones, con la promesa de una jornada continua de 35 horas semanales y, eso sí, sin turno partido. Como si eso compensara lo demás.
Sin salario especificado
El multiempleado ideal: cocina, atiende y, si hace falta, limpia
El anuncio, publicado por un hotel de cadena internacional, busca a alguien que sepa moverse tanto en la cocina como en la sala. No hace falta que maneje bandeja, pero sí que pueda gestionar una sala con unos 30 cubiertos por noche.
También tendrá que encargarse de los días libres del cocinero titular, ocupándose de la plancha, los platos preparados, la organización de pedidos y, por supuesto, la limpieza. “Si tampoco hace las camas, no me interesa...”, bromea un usuario en redes, ironizando sobre las demandas de la oferta.
Las funciones en sala tampoco son pocas. Atender la barra, preparar la mise en place del restaurante, tomar nota a los clientes, servir platos, controlar las demandas, cobrar y, al final del turno, dejar todo listo para el siguiente. De vez en cuando, además, podría tocar algún desayuno por la mañana, aunque la empresa recalca que nunca se hará turno partido. Un consuelo menor ante la acumulación de responsabilidades.
El descontento en redes no se ha hecho esperar. “Del sueldo no hablamos... Pero trabajarás como dos o tres, cocinero, camarero, pinche con limpieza y todo. Ya te cuento yo que cobrarás como uno, si acaso”, comenta otro usuario. Y no es para menos.
La descripción del puesto hace pensar en un salario acorde a la carga laboral, pero quienes han visto de cerca estas situaciones dudan de que sea así. “Dada la descripción de la oferta, espero que no baje de los 2500 € mensuales. Limpios, ojo”, añade alguien más, dejando en el aire la gran incógnita: ¿cuánto están dispuestos a pagar por todo esto?
