Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario. Y también los clientes.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión y también de clientes enfadados por malos servicios. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido la reseña de un cliente tras acudir a un restaurante de Ciudad Real y la posterior respuesta del propietario del negocio.
El escrito del cliente, que puntúa con una estrella al restaurante, dice así: “El jamón más caro de mi vida. 23€ para 4 trozos de jamón que se lo comió sola mi hija de 4 años. Una pena no haber hecho fotos porque me pareció increíble”.
Reacciones en redes
“Ese es el jamón más caro del mundo mundial y todos lo saben. El dueño tiene razón porque menciona que en la carta viene el precio y la cantidad”
Y el propietario del local no ha dudado en responder ante esta crítica: “Sí, la ración de 100 gramos de jamón 100% ibérico DO Extremadura vale 23 euros”, escribe, poniendo en valor la calidad del producto que ofrecen. Además, recuerda al cliente que en la carta ofrecían “una amplia gama de jamones” con distintos precios, y uno de tan solo 9 euros.