Cocinar no es solo hacer la compra de ingredientes y elaborar las recetas al gusto del consumidor, sino que también implica un buen racionamiento de estos alimentos y una buena administración de las sobras una vez preparados los platos. Y es que no son pocos los cocineros que desechan los restos que no han utilizado, en vez de almacenarlos hasta la siguiente comida.
La técnica de guardar toda la comida y las sobras en tuppers, sin embargo, también requiere de una técnica que se debe seguir. De lo contrario, el consumidor podría enfrentarse a una intoxicación debido a las bacterias que crecen en los alimentos, tal y como ha explicado la ingeniera en alimentos Mariana Zapién.
La experta, que suele dar consejos de cocina y explicar algunas recomendaciones para un mejor uso de los alimentos y utensilios, ha utilizado la red social Instagram para explicar cómo se debe de almacenar la comida en la nevera una vez preparada. “No metas comida caliente en el refrigerador sin ver esto”, ha apostillado.
El error que se suele cometer al almacenar la comida
Al almacenar la comida, lo más típico es depositarla inmediatamente después de prepararla en un recipiente y llevarlo a la nevera una vez frío hasta la próxima consumición. También es muy frecuente la opción de dejarlo reposar durante horas y meterlo en el electrodoméstico después. Ambas opciones, no obstante, son erróneas.
“¿Sabías que es peor esperar a que la comida se enfríe que meterla caliente en el refrigerador?”, se ha cuestionado la experta. En palabras de los expertos, la clave está en las bacterias y la temperatura a la que crecen. “Entre cinco y 60 grados las bacterias que te enferman crecen rapidísimo”, ha explicado, por su parte, Zapién.
Este es el motivo por el que los alimentos no deben dejarse reposar fuera de la nevera por un tiempo mayor a dos horas. En el caso de que las temperaturas sean muy calurosas, este tiempo no debe superar los 60 minutos para evitar la expansión de estos microorganismos.
Qué se debe hacer para almacenar la comida en la nevera
Meter comida caliente a la nevera no es una práctica errónea, si bien, tal y como ha explicado Zapién, hay que tener cuidado a la hora de almacenar alimentos “hirviendo en ollas grandes y sin tapa”. “El centro puede tardar demasiado en enfriarse y queda mucho tiempo en temperaturas que disfrutan los microorganismos”, ha señalado, al tiempo que recordaba que el vapor que se desprende puede favorecer el crecimiento de hongos.
“Lo mejor es porcionar la comida en recipientes más pequeños, poco profundos y con tapa para hacerlo de la manera más eficiente”, ha apostillado. De esta forma, la ingeniera en alimentos ha confirmado que la comida se enfría más rápido y se conserva mejor. “Reduces riesgos”, ha sentenciado.


