¿Cuántas veces se ha escuchado que un exceso de sal en la comida puede llegar a ser perjudicial para la salud? De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto el límite en unos cinco gramos al día en un adulto, una cantidad que se suele superar habitualmente en la dieta española, tal y como han refrendado varios estudios.
La sal, también llamada cloruro sódico, es una parte fundamental de la alimentación, ya no solo por el sabor que le da a los productos, sino por los efectos y funciones que cumple en nuestro organismo. Es más, un consumo mínimo de este compuesto también puede llegar a ser perjudicial, pues se aumenta “el riesgo de problemas de corazón”, tal y como señaló un cardiólogo.
Ningún extremo, en este caso, es beneficioso, lo que hace que sea todavía más importante medir la cantidad de sal que se echa a los productos que comemos. Si nos quedamos cortos, la solución es muy sencilla, pero, ¿y si nos pasamos y está demasiado salado?
Cómo arreglar un plato demasiado salado
A esta pregunta ha contestado James Tahhan, un cocinero experto en la materia que ha explicado la forma perfecta de arreglar un plato que esté demasiado salado. Así se ha desprendido de un vídeo publicado en Instagram y que ya cuenta con miles de reproducciones. “¿Te pasaste? No todo está perdido”, ha señalado el chef.
La clave, tal y como ha revelado Tahhan, se encuentra en la grasa. “Siempre que se nos pase un poquito la sal, lo que buscamos hacer es utilizar algún elemento graso”, ha apostillado, al respecto en el metraje.
El motivo de esta técnica tiene que ver con un fenómeno que se produce en nuestro paladar. El cocinero, así, ha confirmado que la grasa es la que recubre esa zona, y añadiéndola en el plato se puede “arreglar algo que nos haya quedado muy salado”.
¿Qué grasas se deben añadir?
En la cocina, las grasas son aquellos ingredientes que aportan sabor, textura y evitan que los alimentos se peguen al utensilio. Los más comunes, por supuesto, son el aceite y la mantequilla, aunque también es posible utilizar otros lácteos. Para arreglar un arroz que ha quedado demasiado salado, por ejemplo, el experto ha recomendado añadir cualquiera de los dos primeros productos mencionados.
“Esto ayudará a neutralizar el exceso de salinidad”, ha comentado el experto, al tiempo que confirmaba que el truco de añadirle patatas al arroz para bajar el efecto de la sal era “totalmente falso”. Las salsas, por otro lado, también son elaboraciones que se suelen quedar muy saladas.
Ante este problema, el cocinero ha apostado por añadirle “crema, leche o incluso yogur”, especialmente este último porque “el contenido ácido que naturalmente tiene también va a crear en nuestro cerebro una nueva experiencia ácida”. “Utiliza la creatividad para transformar esa receta en algo distinto”, ha sentenciado.


