El caso de la catalana María Branyas, que llegó a los 117 años tomando unos tres yogures de La Fageda al día, causó mucha expectación e hizo que mucha gente empezara a consumir yogures de la marca catalana. Pero, ¿qué tiene de verdad que tomar este producto ayude a la longevidad?
La doctora Cristina Fente Sampaio, Catedrática de Nutrición y Bromatología en la Universidad de Santiago de Compostela, hace referencia a este caso: “La microbiota de la centenaria María Branyas conecta a Hipócrates con el último Nobel de Medicina por el hecho de que 'todas las enfermedades comienzan en el intestino'. Más de dos mil años después, la ciencia moderna vuelve a mirar hacia ese mismo lugar, el intestino y su microbiota, para explicar algunos de los mayores misterios de la salud y la longevidad”.
“En los últimos años, hemos aprendido que la salud no se explica solo por nuestros 23.000 genes humanos. Los genes de nuestra microbiota nos superan por 150 a 1. Quizá la clave esté en cómo interactúan estos genes con el ambiente y con nuestro propio ecosistema bacteriano”, señala la nutricionista.
El Nobel de Medicina de 2025 (otorgado a los científicos Shimon Sakaguchi, Mary Brunkow y Fred Ramsdell) ha premiado un hallazgo fascinante: los descubrimientos sobre la tolerancia inmune periférica, un proceso por el cual nuestro organismo evita atacar sus propios tejidos gracias a la acción de ciertas células reguladoras del sistema inmune (las células T reguladoras).
La Dra. Cristina Fente destaca que “estos avances han revelado una conexión directa con la microbiota intestinal, que actúa como una especie de 'entrenadora' del sistema inmunitario, enseñándole a distinguir entre lo que puede ser una amenaza y lo que no. Dicho de otro modo: la diversidad bacteriana del intestino ayuda a mantener la paz interior del cuerpo”.
El secreto de María Branyas
María Branyas, que vivió 117 años y llegó a ser la persona más longeva del mundo, se convirtió, sin proponérselo, en un símbolo de longevidad consciente. Su caso ha despertado el interés de investigadores que estudiaron su microbiota intestinal y hallaron algo extraordinario: esta microbiota bacteriana era tan diversa y equilibrada como la de una persona mucho más joven.
Muere Maria Branyas, la persona más longeva del mundo, a los 117 años.
En su intestino predominaban bacterias “amigas”, como Bifidobacterium, capaces de producir moléculas antiinflamatorias y de proteger la pared intestinal. Además, María presentaba niveles muy bajos de bacterias perjudiciales como Clostridium y Proteobacteria, que suelen aumentar con la edad y se asocian a inflamación crónica y fragilidad. María tenía un “intestino tranquilo”, un reflejo de un sistema inmunitario bien regulado y con baja inflamación.
Más allá de los genes, el secreto de María parecía estar en su forma de vivir. Caminaba a diario, se rodeaba de afecto y mantenía buen humor. Pero había un gesto pequeño, casi rutinario, que llamó la atención de los expertos: tomaba tres yogures naturales cada día.
“El yogur es un fermentado muy especial”, explica el inmunólogo Alfredo Corell. “Lo importante es que contenga sus dos bacterias características: Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus. Son las que realmente aportan beneficios a nuestro organismo”, añade.
Estas bacterias no solo transforman la leche en yogur, también contribuyen a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, limitan el crecimiento de microorganismos perjudiciales y ayudan a reducir la inflamación. El yogur es un alimento sencillo, accesible y con una sólida base científica detrás.
Los descubrimientos reconocidos con el Nobel confirman que la microbiota puede modular las células T reguladoras, responsables de mantener la tolerancia inmune periférica y de evitar que el sistema inmunitario se descontrole. En las personas longevas con microbiotas diversas, como María Branyas, esta comunicación entre bacterias y sistema inmune parece mantenerse en armonía.
Volver a los fermentados
Más allá de la dieta, otros factores como dormir bien, hacer ejercicio, reducir el estrés o mantener vínculos sociales también contribuyen a ese equilibrio invisible de nuestra microbiota. Entre las estrategias para cuidar ese entorno interno, destacan alimentos fermentados como el yogur natural, kéfir, chucrut o kimchi, que aportan bacterias vivas beneficiosas. Recuperar estos alimentos es cuidar la salud.
Además, la toma de probióticos —microorganismos vivos que, consumidos en cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud— constituye una opción eficaz para mejorar la composición y el equilibrio de la microbiota intestinal, reforzando así nuestro bienestar. Eso sí, la Dra. Cristina Fente advierte que “los probióticos se deben tomar para indicaciones concretas y siempre bajo recomendación profesional, ya que su eficacia depende de la cepa y de la situación clínica”.
Quizá el secreto de una vida larga no esté en buscar la juventud eterna, sino en cuidar la diversidad microscópica que vive en nosotros.
Las mejores fórmulas de probióticos y prebióticos
Probioticos y prebioticos intestinales 30 cepas de Nutralie
Probioticos y prebioticos intestinales 30 cepas de Nutralie.
Los probióticos y prebióticos intestinales de Nutralie ofrecen una fórmula avanzada con 30 cepas activas de lactobacilos, bifidobacterias y otros microorganismos beneficiosos, aportando 264 mil millones de UFC por dosis. Sus cápsulas gastrorresistentes garantizan una liberación prolongada en el intestino para una absorción óptima. Además, incluye zinc, vitamina D3 e inulina, que favorecen el metabolismo y refuerzan el sistema inmunitario. Con 60 cápsulas veganas, el tratamiento cubre hasta un mes y está diseñado para mejorar la salud digestiva y el equilibrio intestinal de forma eficaz.
Probioticos 150 mil millones UFC y 20 cepas de Symbiotics
Probioticos 150 mil millones UFC y 20 cepas de Symbiotics.
Un probiótico de alta potencia con 150 mil millones de UFC y 20 cepas activas que actúan junto a prebióticos de inulina para equilibrar la flora intestinal y mejorar la digestión. Su fórmula, enriquecida con zinc, refuerza el sistema inmunitario y contribuye a reducir molestias digestivas como gases o colon irritable. Las cápsulas vegetales gastrorresistentes garantizan que las bacterias lleguen intactas al intestino, sin gluten, lactosa ni aditivos irritantes. Fabricado en la Unión Europea bajo estándares GMP e ISO 9001, es un suplemento 100% natural.
Probióticos y prebióticos intestinales de Gloryfeel
Probióticos y Prebióticos Intestinales de Gloryfeel.
Este probiótico ofrece una excelente relación calidad-precio con 180 cápsulas veganas que combinan 22 cepas bacterianas activas y fibra de inulina para cuidar el equilibrio intestinal y reforzar el sistema inmunitario. Cada dosis diaria aporta 10 mil millones de UFC, con una fórmula de amplio espectro que incluye Lactobacillus, Bifidobacterium y otras cepas beneficiosas para la digestión y la salud intestinal. Las cápsulas son 100% veganas, sin gluten, lactosa ni aditivos, elaboradas con ingredientes de calidad premium y probadas científicamente para garantizar su pureza y eficacia.
Probióticos, prebióticos y postbióticos intestinales de Zemement
Probióticos, prebióticos y postbióticos intestinales de Zemement.
Una fórmula avanzada con 30 cepas bacterianas y 80 mil millones de UFC por dosis, que favorecen el equilibrio de la microbiota y la salud digestiva. Su combinación de prebióticos, postbióticos, butirato e inulina crea el entorno ideal para el crecimiento de bacterias beneficiosas, mientras que el zinc refuerza el sistema inmunitario. Las cápsulas gastrorresistentes de liberación retardada aseguran que los probióticos lleguen intactos al intestino, maximizando su eficacia. Elaborado en Barcelona bajo estándares GMP, Zenement combina ciencia, calidad y bienestar, reflejando su filosofía “Zen” de equilibrio e innovación.
Probióticos y prebióticos intestinales de WeightWorld
Probióticos y prebióticos intestinales de WeightWorld.
Combina 20 cepas bacterianas activas con 77 mil millones de UFC, además de inulina orgánica y FOS, para reforzar la flora intestinal y mejorar la digestión. La fórmula incluye cepas como Lactobacillus gasseri, plantarum y rhamnosus, junto a prebióticos que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas. Sin gluten, lactosa ni OGM, este suplemento natural ofrece un mes de tratamiento.




