Con más de 50 años dedicados a la enseñanza del yoga y la meditación, Ramiro Calle, maestro y divulgador espiritual de 82 años, sigue compartiendo lecciones que invitan a la reflexión. En su participación en el podcast Lo que tú digas, lanzó una advertencia sobre el estilo de vida actual:
“Esta sociedad, todo lo que nos invita es todo hacia afuera y nada hacia dentro. Y otra cosa muy curiosa, queremos conocerlo todo, pero nadie se preocupa de conocer al que quiere conocerlo todo, que es a ti mismo”.

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Vivir mecanizados y olvidar lo esencial
Calle explica que la mayoría de las personas pasan su vida en piloto automático, atrapadas en el ruido externo y olvidando la atención hacia sí mismas. Según el maestro, “tomar consciencia de que eres consciente, casi nadie lo hace porque vivimos mecanizados”.

Ramiro Calle, profesor de yoga, escritor y director del centro de yoga Shadak.
Para ilustrarlo, puso un ejemplo sencillo: “Es muy importante de vez en cuando estar, por ejemplo, percibiendo el aroma de una flor y percibirte a ti mismo percibiendo el aroma, porque eso es abrir una puerta a otro tipo de consciencia o de dimensión de la consciencia”.

El perfumista Francis Kurkdjian oliendo esta flor blanca con forma de campana
Recuperar el hogar interior. El maestro de yoga subraya que el verdadero camino pasa por situarse como espectador de los propios pensamientos y emociones. En sus palabras: “Si uno es capaz de situarse en el espectador, en el testigo que no se deja constantemente arrastrar por odio, por celos, por envidia, sino que mantiene su centro, recupera su hogar interior”.
Ese ejercicio, asegura, no requiere nada extraordinario ni reservado a unos pocos, sino simplemente dedicar un espacio de calma a uno mismo. “Eso es meditación, sentarte para recuperarte a ti mismo”, concluye.
Una enseñanza vigente en tiempos de prisa
En una sociedad marcada por la inmediatez, la hiperconexión digital y la búsqueda constante de estímulos externos, las palabras de Ramiro Calle recuerdan la necesidad de cultivar el silencio, la atención plena y la conexión interior.