Luis Tosar es uno de los intérpretes más respetados del cine español: ganador de tres premios Goya, icónico en papeles de enorme intensidad y con una trayectoria que combina cine independiente, grandes producciones y proyectos internacionales. Sin embargo, detrás de su imagen de actor firme y contundente, hay un hombre que reflexiona con lucidez sobre la vulnerabilidad, la infancia y la salud mental.
En una entrevista con El Mundo, Tosar compartió una reflexión que rápidamente se ha viralizado por su franqueza y su tono crítico: “Las modas son inevitables y existe el riesgo de que se empiecen a banalizar los problemas de salud mental, que son un tema delicado y un problema gordo y difícil de solucionar para muchas personas”.
Efecto contrario
El actor advierte de que la exposición constante a contenidos sobre terapia, ansiedad o trauma puede tener un efecto no deseado: “A veces, hablar con tanta ligereza de ello entraña el riesgo de que la gente piense que todos los problemas mentales son fácilmente solucionables con un poco de terapia y no es así”.
Luis Tosar en la premiere de 'La Deuda'. 14 de octubre de 2025. Madrid.
Él mismo reconoce haber acudido a terapia en varias etapas de su vida, pero insiste en que no se puede comparar su situación con la de quienes sufren trastornos severos: “Yo he ido a terapia en varias ocasiones y por fortuna no tengo grandes traumas que resolver… No puedo convertir eso en un súper trauma de la infancia como, por desgracia, sufre mucha gente”.
“Me hice muy arisco, muy solitario”
Una adolescencia marcada por la soledad. Las reflexiones de Tosar sobre la banalización de la salud mental cobran más fuerza cuando se recuerda el relato que compartió recientemente en El camino a casa (La Sexta), donde repasó uno de los momentos más difíciles de su vida: su entrada en el instituto.
El actor explicó que el cambio de colegio supuso un choque emocional profundo. “Me hice muy arisco, muy solitario. Fue bastante traumático, era un rebelde sin causa”, confesó.
Pasó de estudiar con su grupo habitual a entrar en un nuevo centro donde apenas conocía a nadie. La desconexión con su único amigo y el hecho de ser parte de la primera promoción masculina en un antiguo instituto femenino le dejaron completamente desubicado.
“Llegaba el viernes y me iba a dar una vuelta entera en la ciudad solo por no estar parado en mi casa, comiéndome la cabeza”, recuerda sobre aquella etapa. Y reconoce que ni siquiera sabía hacia dónde ir: “No sabía muy bien qué hacer con mi vida. Estaba completamente vacío y me despisté mucho”.
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La importancia de hablar bien sobre salud mental. El mensaje de Tosar no es restar importancia a la conversación sobre bienestar emocional, sino poner límites a la banalización. Para él, reconocer la salud mental como un asunto serio implica evitar convertir molestias cotidianas en diagnósticos o problemas clínicos.
En un momento en el que las redes sociales se llenan de discursos sobre trauma, ansiedad o autoterapia, Tosar recuerda que muchas personas viven verdaderos infiernos mentales y necesitan atención especializada, tiempo y recursos: no likes, ni eslóganes motivacionales.
Luis Tosar, tres goyas bajo el brazo
Un llamado a la responsabilidad colectiva. El actor, que ha interpretado algunos de los personajes más complejos del cine español contemporáneo, traslada ahora su mirada crítica a un terreno más íntimo. Su mensaje es un recordatorio de que la salud mental no es una tendencia, sino un desafío real que exige rigor, empatía y profundidad.
