Jaime Nardiz, consultor: “Un líder lo es siempre y cuando implemente hábitos de liderazgo de forma recurrente; no tener un manager disponible a la hora de la verdad es muy relevante”

Liderazgo 

El experto en gestión y cultura organizacional destaca la importancia de la escucha constante, la accesibilidad y los hábitos diarios para un liderazgo efectivo. 

Para Nardiz, el liderazgo real se construye en el día a día, no durante grandes reuniones o discursos inspiradores.

Para Nardiz, el liderazgo real se construye en el día a día, no durante grandes reuniones o discursos inspiradores.

Centro de Innovación de Despachos Profesionales / YouTube

En un entorno laboral donde los retos, los cambios y la presión aumentan a gran velocidad, la figura del líder vuelve a estar en el centro del debate. El consultor Jaime Nardiz, en un vídeo publicado por @centro_de_innovacion en TikTok, resume de forma muy clara por qué el liderazgo no es un título, sino una práctica: “Un líder es un líder siempre y cuando implemente hábitos de liderazgo de forma recurrente”.

Para Nardiz, el liderazgo real se construye en el día a día, no durante grandes reuniones o discursos inspiradores. Es una cuestión de constancia: “Imagínate que tú incluso te organizas para escuchar a tu equipo una vez a la semana. Pero es importante la frecuencia y el hábito porque es la manera de conseguir encajar en momentos de la verdad”.

Captura de vídeo

Captura de vídeo

Centro de Innovación de Despachos Profesionales / YouTube

La importancia de estar disponible en los momentos críticos

El consultor retrata una situación habitual en cualquier empresa: un empleado que está atascado con un proyecto, necesita orientación y, sin embargo, no tiene un manager accesible. “Entonces, en ese momento de la verdad para ti, en el que probablemente te genere frustración porque quieres darle una respuesta a tu cliente, no tener un manager es muy relevante”, explica.

Nardiz defiende que la única forma de evitar que estos momentos críticos queden desatendidos es construir hábitos regulares en los que el líder ofrezca espacios de escucha, reconocimiento y celebración. En otras palabras: el liderazgo no se improvisa, se cultiva.

Conversación con un superior

Conversación con un superior

Pexels

Las ideas de Nardiz encuentran respaldo en estudios y voces destacadas en el mundo de la gestión de personas:

Simon Sinek (autor de Leaders Eat Last). Sinek sostiene que el liderazgo se demuestra “en lo que hacemos de forma diaria, no en lo que decimos que hacemos”. En sus conferencias insiste en que la base del liderazgo es la seguridad psicológica, algo que solo se consigue cuando el líder es accesible y presente, exactamente la idea que Nardiz señala con los “momentos de la verdad”.

Simon Sinek, con Jay Shetty.

Simon Sinek, con Jay Shetty.

Jay Shetty 'On Purpose' Podcast / captura

Amy Edmondson (Harvard Business School). Reconocida por su investigación sobre equipos de alto rendimiento, Edmondson afirma que los líderes efectivos son los que generan espacios de escucha continua, donde los empleados pueden hablar de problemas sin miedo a ser juzgados. Sus conclusiones encajan de lleno con la propuesta de crear “hábitos frecuentes” de conversación.

Daniel Goleman (psicólogo y autor de Inteligencia Emocional). Goleman recuerda que un líder funcional es aquel que sabe regular su tiempo, sus emociones y sus prioridades para “estar disponible cuando importa”. Su visión complementa la idea central de Nardiz: una accesibilidad real y sostenida es la que genera confianza.

Daniel Goleman, autor de 'La inteligencia emocional'

Daniel Goleman, autor de 'La inteligencia emocional'

Propias

El liderazgo como rutina, no como pose

En muchas organizaciones, los líderes se esfuerzan en las grandes presentaciones o ante la alta dirección, pero descuidan los momentos cotidianos en los que el equipo necesita guía o apoyo emocional. Nardiz advierte que es ahí donde el liderazgo se valida de verdad.

Por eso insiste en rituales de conexión:

  • Reuniones breves de escucha activa
  • Espacios para reconocer logros
  • Revisiones periódicas uno a uno
  • Disponibilidad real en momentos de bloqueo
  • Hábitos que aseguren que nadie “se queda sin manager” cuando más lo requiere

El mensaje de Jaime Nardiz coincide con una tendencia global: la transición del liderazgo jerárquico al liderazgo presente, humano y continuo. En un mercado laboral que exige velocidad, creatividad y bienestar emocional, ya no basta con tener un jefe competente; hace falta un líder disponible.

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