El paseo diario es uno de los momentos más importantes en la rutina de un perro. No solo se trata de hacer ejercicio o hacer sus necesidades, sino también de una oportunidad para explorar, oler, relacionarse y liberar energía. Pero, según explica Mariano García, educador canino muy activo en redes sociales, la clave para saber si un perro está disfrutando o no del paseo puede estar justo en nuestras manos: en la correa.
En un vídeo publicado en su cuenta de Instagram, García lanza una advertencia clara: “La correa nos dice mucho de cómo la pasa el perro en el paseo”. No se trata únicamente de si el animal tira o no, sino de lo que esa tensión revela sobre su estado emocional.
Correa floja: un perro feliz
Según explica el especialista, si la correa está floja y el perro va olfateando con calma, podemos estar tranquilos: está disfrutando. Esta actitud relajada indica que el perro se siente seguro, confiado y cómodo en el entorno.
Captura de vídeo
Tira a ratos
Aprendido, pero no preocupante. En cambio, si el perro tira ocasionalmente para alcanzar ciertos lugares, Mariano lo interpreta como un aprendizaje conductual. “Quiere decir que el perro aprendió que tirando accede a ciertos sitios”, explica. Aunque no es lo ideal, esto no implica un sufrimiento, simplemente una conducta reforzada que puede corregirse con entrenamiento positivo.
Hay que enseñar al perro a no dar tirones con la correa, siempre mediante refuerzo positivo.
Correa siempre tensa
Una señal de alarma. El verdadero problema aparece cuando la correa está tensa durante todo el paseo. Aquí, García lanza la alerta: “Tu perro la está pasando fatal en la calle”. Esta tensión constante puede ser señal de ansiedad, estrés o sobreestimulación. El error más común, añade, es centrarse solo en los tirones, cuando en realidad lo que importa es entender por qué el perro va así.
Correa tensa
Más allá de la obediencia, una cuestión emocional. Este enfoque pone el foco no tanto en corregir al animal, sino en comprender su estado emocional. ¿Tiene miedo? ¿Está sobreestimulado? ¿Le genera ansiedad el entorno? Interpretar correctamente las señales que transmite a través de la correa puede ayudarnos a mejorar su calidad de vida y relación con el entorno.
Escuchar más, controlar menos. El mensaje de Mariano García conecta con una corriente creciente entre los expertos en educación canina: menos control, más escucha. Observar el comportamiento con sensibilidad permite no solo tener perros más tranquilos, sino también fortalecer el vínculo entre humano y animal.
