En una intervención en el podcast Desmontadito del chef Dani García, Pep Guardiola, actual entrenador del Manchester City, sorprendió con una reflexión alejada del fútbol pero muy cercana a la vida cotidiana: la obsesión contemporánea por mostrarse felices todo el tiempo.
“Hoy tenemos que demostrar que somos excepcionales, pero es mentira”
Guardiola lamenta la presión que generan las redes sociales: “Hoy día tenemos que ser todos felices. Hoy tenemos que salir en Instagram, en Twitter, lo excepcionales que somos, lo bien que lo hacemos todos… mentira, joder”, afirmó con contundencia.

Pep Guardiola saluda a sus aficionados
Para él, lo esencial no es aparentar bienestar constante, sino aceptar los altibajos emocionales: “Estoy triste, pues estoy triste. Sé que pasará. Estoy contento, pero sé que dejaré de estar contento”.

Pep Guardiola cabizbajo
El valor de aceptar la tristeza. El técnico catalán explicó que incluso los jugadores deben aprender a convivir con emociones negativas tras una derrota: “A veces los jugadores estamos tristes porque hemos perdido, sí, estáis tristes, es que es bueno que estéis. Luchar con ello, vivir con ello y estar con ello, sabiendo que tu capacidad de actividad te cambiará ese estado de ánimo”.

Pep Guardiola se pone las manos en la cabeza
Guardiola subraya que la clave es no resistirse a las emociones: “No ir contra el estado de ánimo, esa es una de las claves. Todos somos iguales en esto. Los mismos miedos, las mismas ilusiones”.
Guardiola, entre el fútbol y la filosofía de vida
A sus 54 años, el entrenador de Santpedor combina sus éxitos en los banquillos con un discurso cada vez más centrado en la gestión emocional y la salud mental. Sus palabras conectan con un debate actual: la necesidad de normalizar la tristeza y dejar de exigir una felicidad constante como signo de éxito.