En muchas culturas occidentales se ha normalizado la idea de que los bebés deben dormir solos desde muy temprana edad. Este enfoque busca fomentar la independencia y establecer rutinas, pero no está exento de debate. Expertos en desarrollo infantil advierten que el sueño compartido, siempre que sea seguro, puede favorecer el vínculo afectivo y la sensación de seguridad del niño.
Armando Bastida es un enfermero de pediatría, escritor y divulgador español especializado en crianza respetuosa. Es conocido por su enfoque integral que combina su experiencia profesional con su vivencia como padre de tres hijos. En uno de sus vídeos más recientes ha reflexionado sobre el sueño de los bebés: “En el siglo pasado se consiguió hacer creer a nuestras madres, a nuestros padres, a las abuelas y abuelos, que lo normal era que los bebés durmieran solos”, empieza diciendo.
Un bebé de tres meses duerme en su cuna
“Lo hacen por instinto, porque siempre lo han hecho así”
Una costumbre reciente. Batista afirma que hacer dormir a los bebés solos es algo que introdujo hace poco: “Este patrón de hacer dormir a los bebés y niños solos se instauró hace poco, y lo cierto es que no es algo común fuera de Occidente”, comenta.
Una madre cae dormida junto a la cuna de su bebé
Comportamiento instintivo. El experto compara el comportamiento de los humanos con algunas especies de animales: “Los elefantes, por ejemplo, duermen todos juntos, pegaditos, con las crías en el centro rodeadas por los adultos. Lo hacen por instinto, porque siempre lo han hecho así”, explica.
Actualidad. En su reflexión, Batista destaca la necesidad vital de los mamíferos de buscar cercanía y protección para su supervivencia. Su conclusión es que la crianza actual aleja a los bebés de la protección natural de sus padres durante el sueño: “Nos han enseñado a creer que el sueño independiente es la mejor opción, pero esa idea no es universal, ni tan siquiera es natural en términos biológicos”, termina diciendo.

