Alrededor de Navidad es época más oscura del año en una isla como Islandia, junto al círculo polar Ártico. Y es cuando la escritora Audur Ava Ólafsdóttir sitúa su novela La veritat sobre la llum. Salen comadronas, palabra que en islandés está compuesta por madre y luz, y asegura el director Ferran Utzet que, a pesar de los días que son noches, es una obra llena de luz.
Anna Maria Ricart la ha versionado para el teatro a partir de la traducción al catalán de Macià Riutort, publicada por Club Editor. En el escenario, Rosa Renom encarna al espíritu de la tía abuela comadrona, Maria Casellas es la continuadora de la estirpe, Andrea Portella Fontbernat es la gemela meteoróloga y Roger Julià el vecino turista perdido en Islandia, entre otros papeles.
Cada ensayo con Rosa Renom es una masterclass
Casellas y Portella crearon la compañía Els Telers Produccions y Utzet cuenta de dónde surge todo: “ Maria Casellas, después de hacer El silenci dels telers a partir de entrevistas a mujeres que habían trabajado en las colonias textiles, un proyecto que ha ido muy bien y en el nos hemos entendido, quiso hacer otro sobre comadronas. Quería documentarse pero se fue de vacaciones a Islandia y, entre los libros que leyó, descubrió La veritat sobre la llum y quedó fascinada por el universo que describía la autora. Entonces pensó que más que teatro documental podía ser interesante ir a buscar la ficción. Dicho y hecho, este miércoles la estrenamos”.
Sobre la adaptación teatral, Utzet considera que Ricart, “que ya había hecho la dramaturgia del primer montaje, y también de Anna Karènina, La casa de los espíritus... Tiene mucha maña a la hora de traducir universos literarios en universos teatrales”. Y el equipo se leyó la novela: “Nos pareció interesante porque era un libro que no era muy psicológico ni descriptivo, sino que más bien evocaba unas sensaciones y un universo de personajes muy teatrales”.
Rosa Renom y Maria Casellas en 'La veritat sobre la llum'
“Es un montaje del que estoy especialmente satisfecho con respecto a la puesta en escena, al juego teatral que hemos encontrado, al dispositivo escénico”, confiesa el director. “ Ricart hace una adaptación muy libre y poética, con bastante libertad estética. Hemos creado un universo de gente que entra y sale del piso de la protagonista, que está en casa durante un par de días después de una noche de guardia en el hospital. Es una comadrona que ve cómo van apareciendo distintos personajes: su hermana, el electricista, un turista, habla con el espíritu de su tía, que también era comadrona, porque vive en su casa... Y poco a poco entendemos que este personaje ha pasado una época dolorosa, de recogimiento, un invierno del alma. Y ahora ya se encuentra al final de esa época de tristeza y vuelve a abrir la puerta a la vida”.
“Todo es luz –resume Utzet–. La novela constantemente juega con este simbolismo. Ella y su tía son comadronas que traen la luz, tiene que venir un electricista porque se les funden las bombillas, las auroras boreales del invierno de Islandia... Hay una claridad metafórica”.
En su trabajo, Utzet revela dos influencias al encarar el montaje: “Me han ayudado un par de referentes estéticos. Por una parte, las películas del cineasta finlandés Aki Kaurismäki, y de la otra el cómic Aquí, de Richard McGuire, ilustrador de The New York Times: dibuja la misma habitación a lo largo de los siglos, con el paso del tiempo y los estados de ánimo”. Además, en esta ocasión vuelve a contar con la actriz Rosa Renombre, que dirigió en La nostra ciutat : “Cada ensayo con ella es una masterclass”.
La veritat sobre la llum es el segundo espectáculo de la compañía Els Telers Produccions, que la produce con el teatro Akadèmia, donde hacen funciones hasta el 20 de abril.


