Antónimo
Lugar y fecha: Jamboree 3 (9/V) ****
El sevillano Antonio Manuel Ríos Sánchez ya probó la miel del éxito en el grupo Fondo Flamenco. Ahora, como Antónimo, investiga en la canción de autor. Aunque, lejos de pisar terrenos comunes, en sus dos álbumes, Extractos de naturalia y La psicodelia de la Virgen del Patrocinio , mezcla flamenco y rock andaluz, copla y cabaret, blues y jazz, las enseñanzas de Veneno y Pata Negra con las de Antonio Molina, Bola de Nieve o Albert Pla, hasta conseguir un sabroso mejunje que presentó por primera vez en Barcelona.
Con el añadido de los temas nuevos del inminente álbum Libélulas .
Acompañado por teclados, contrabajo y batería, él se ocupa de la guitarra y de cantar unas coplas que son cualquier cosa menos predecibles, empezando por Carta de amó , con un estilo entre flamenquito venenoso, scat jazzístico y detalles blues-funk.
Siguieron con el estreno de Sana , una solemne y sintética introspección bien servida por su doliente y arenosa voz.
Otra novedad, aún no publicada, fue Estornino nº 20 –el título hace referencia a la calle sevillana donde nació su madre–, oscilando del blues al flamenco y con un determinante solo de piano de Fernando ‘Webo’ Rodríguez, el músico más determinante de su banda.
En la estela de Veneno
El himno de La psicodelia de la Virgen del Patrocinio fue lo más celebrado, convertido en el epítome de su surreal y castiza propuesta
La añeja El pimentón es un sinuoso groove jazz protagonizado de nuevo por el teclista, mientras él se explaya cambiando la voz del desgarro a la caricia.
De ahí pasaron a tumbar con sabrosura por el Camino de la Alameda y a acercarse a una fusión de bolero, tango y flamenco en un Rojo que es una sentida glosa del color azul.
Y del blues swing garrapateado de Várgame dió al Indio salvaje , la jocosa recreación de un ‘powwow’ que narra el idilio de un navajo con la luna.
El himno de La psicodelia de la Virgen del Patrocinio fue lo más celebrado, convertido en el epítome de su surreal y castiza propuesta, en la tradición de los mejores Veneno.
Y entre las novedades destacó Cachita , inspirada por La reina descalza de Ildefonso Falcones, que narra con lirismo dramático el amor entre una negra y un gitano. Pero para sentido trágico ninguno como el de Caballo de Triana , uniendo compás flamenco, aires morunos y acento progresivo.
Y hubo tiempo para guiñar el ojo a La bien pagá e incluso el contrabajista se atrevió con Els segadors , antes de la pesimista Lo antinatural , que repite “al mundo lo hemos matao” para realzar su alma sensible por encima del componente canalla.