El Teatre Lliure lleva al ‘peepshow’ a las ‘Mujercitas’ de Louisa May Alcott

Estreno teatral

Lucia Del Greco cambia la historia clásica y muestra la cara B de los personajes en 'Little women'

Versió en català, aquí

Lucia Del greco adapta lliurement la novel·la de Louisa May Alcott a 'Little women', al Teatre lliure

Una imagen de ensayo de Little women , deLuciaDel Greco, en elTeatre Lliure

Marta Mas Girones

Si quieren ir a ver una adaptación teatral de las Mujercitas de Louisa May Alcott, digamos que la propuesta que ha hecho Lucia Del Greco en el Teatre Lliure de Gràcia no respondería exactamente a las expectativas. La directora italiana afincada en Catalunya ha cogido la archiconocida historia de las cuatro hermanas y la ha girado como un calcetín, “para mostrar la cara B de los personajes”.

El título en inglés, Little women, ya es un aviso, que la directora justifica porque es la lengua que habla en el escenario el único per­sonaje masculino de su montaje, Joan Esteve, que interpreta a Laurie, al vecino de las hermanas March. “El inglés es la lengua totalitaria por excelencia”, explica Del Greco. El reparto continúa con Mia Esteve, que es la señora March pero que quizá no es exactamente la madre, Elisabet Casanovas (Jo), Paula Jornet (Amy), Miriam Moukhles (Meg) y Blanca Valletbó ( Beth).

“Quería centrarme en el voyeurismo, potenciando los deseos de la sociedad se puede llegar a una reflexión”, asegura Del Greco

De entrada, la acción se desarrolla en una especie de peepshow, donde Del Greco ha colocado a las cuatro hermanas, que guardan algunos referentes respecto de los personajes originales. Por ello la directora considera oportuno que “el público asista con la novela o la película en la cabeza”, pero hay que advertir que “aunque el original es una historia de liberación femenina”, Del Greco ha dado un paso mucho más allá. El lugar donde están es “como una caja de muñecas, un peepshow, unos confesionarios, unos tribunales...”.

“Hemos creado un mundo mágico, imaginario, que se refleja en el siglo XIX, pero también en la sociedad contemporánea”, continúa la directora, que subraya todo el trabajo que se ha hecho con los intérpretes en la sala de ensayo. “Como actriz, hemos hecho un trabajo que te expone muchísimo”, confiesa Moukhles.

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Del Greco añade: La propuesta nace por un interés personal por la adolescencia, cuando el cuerpo de la mujer está en proceso de cambio. Y también me interesa la mirada de la sociedad, el voyeurismo. Cuando miraba la película, que para mí era una película de Navidad, pensaba que eran muy monas y que yo también querría tener hijos. Era un símbolo de libertad de la mujer de la época, y yo quería ver cuál era la cara B de estas mujeres”.

“La autora estaba muy expuesta a la mirada de la sociedad y también de su padre”, continúa. “ Para mí, la novela es una versión edulcorada de aquella vida, controlada por los editores. A mí me interesaba centrarme en el voyeurismo y en la reflexión, exprimiendo al máximo los valores opuestos. Potenciando todos los deseos de la sociedad, se puede llegar también a hacer una reflexión”, concluye.

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