La investigación abierta por el robo en el museo del Louvre en París apunta a que los ladrones no fueron capturados “por los pelos”, tal y como ha desvelado el director de la Inspección General de Asuntos Culturales de Francia, Noel Corbin. Tan solo 30 segundos fueron los que impidieron a los agentes de seguridad privada y a la Policía atrapar a los implicados.
Según estas declaraciones recogidas por el diario Le Figaro, “podrían haber frustrado este robo” de no ser por una “concatenación de fragilidades” que terminaron impidiendo la detención del acto.
Interior del museo del Louvre de París en una imagen de archivo
Una investigación que terminó el pasado 5 de noviembre y que expone que el robo se podría haber evitado si se hubiese dado la alerta antes. Sin embargo, no pudieron hacerlo debido al sistema de seguridad, tanto el que afecta a los agentes como a los cristales de la galería.
Llama la atención también las declaraciones de Pascal Mignerey, un trabajador del Ministerio de Cultura, que apuntan a que las cámaras grabaron a la perfección la llegada de los ladrones y su salida por el balcón “minutos después”.
“Estas grabaciones no se vieron en director y cuando se revisaron ya era demasiado tarde y los ladrones habían abandonado el edificio”, ha señalado.
No se han recuperado algunas de las joyas
Sin embargo, la actuación posterior de los agentes, tanto de seguridad como de Policía, pudo evitar la destrucción de pruebas y acabó con la detención de los presuntos ladrones, incluidos los supuestos cómplices. Sin embargo, todavía no se han recuperado ocho joyas de la Corona francesa, cuyo valor no se puede calcular.
La investigación realizada también señala la falta de inversión en seguridad dentro del museo. Además se apunta al traspapelo de un archivo en el que constaba las deficiencias de seguridad que existían en el balcón que utilizaron los ladrones para acceder y huir del lugar con las joyas sustraídas.
