La trayectoria de Oona Chaplin (nacida en Madrid en 1986) ha experimentado un cambio significativo gracias a su papel como Varang, la villana principal en la tercera parte de Avatar . Se le ha encomendado la promoción en España, país donde creció, a través de una intensa ronda de entrevistas previas al lanzamiento, programado para el próximo viernes 19. En una conversación con Guyana Guardian , abordó la psique de su personaje y la experiencia de participar en una película que, según confiesa, no está segura de que hubiera sido del agrado de su abuelo, Charles Chaplin. Ella lo ve como un innovador, al igual que a James Cameron: “Los dos usan la tecnología de su tiempo para revolucionar el cine”.
El personaje
¿Cómo ha sido trabajar en este proyecto y con este director?
James Cameron es verdaderamente un director soñado. Exhibe una curiosidad insaciable, formulando preguntas excelentes y dedicando todos sus recursos a encontrar respuestas. Su creatividad y generosidad son notables. El set de filmación se caracterizaba por un ambiente de gran confianza. Se dedica el tiempo necesario para perfeccionar cada escena. En ocasiones, nuestras conversaciones triplicaban el tiempo de rodaje, algo inimaginable en la industria cinematográfica, ofreciendo el inmenso privilegio de comprender a fondo la narrativa y examinar diversas posibilidades.
Oona Chaplin es Varang en 'Avatar. Fuego y ceniza'
¿Qué tipo de preguntas le hacía para la construcción de Varang, su personaje?
Sostuvimos extensas charlas acerca de su conexión con el temor y la autoridad, elementos que ella percibe como inseparablemente unidos. Ante situaciones que le infunden aprensión o que ostentan influencia, recurre a su intuición primordial antes de determinar su curso de acción: si aniquilarlo, asimilarlo, o apoderarse de él. Varang anhela la totalidad del dominio, motivada por un trasfondo en el que experimentó la privación absoluta, desde la protección hasta el sustento. La erupción volcánica arrasó su hogar, sus seres queridos, su entorno, sus tradiciones, en definitiva, todo. Por consiguiente, se vio forzada a una metamorfosis. Dialogamos de manera muy introspectiva para discernir cómo se exterioriza genuinamente esa aflicción subyacente en cada instante: era imperativo que la herida traumática y el pesar en el núcleo de su furia estuvieran presentes.
El personaje
El monte, en su ira, lamentaba la destrucción de su tierra.
De hecho, el subtítulo de esta sección de Avatar es Fuego y ceniza, los componentes de su gente...
Sí, precisamente. El volcán arrasa con todo y acaba con Eywa, la deidad de la existencia. Al verse incapaz de vincularse con Eywa y socorrer a su comunidad, Varang experimenta una profunda desolación. Como dirigente emergente de su clan, debió hallar la paz interior para eludir la desesperanza total.
¿Hay disponible un mapa de Pandora, el mundo de Avatar, que muestre las distancias entre sus diversas regiones y asentamientos?
Muy interesante, no he consultado un mapa, pero estoy seguro de que lo posee... Mi incursión en la exploración de mi área volcánica comenzó con la concepción de los escenarios...
El mapa del planeta
No lo vi, pero lo tiene. Mi investigación fue imaginaria.
¿Y cuál fue el proceso de modificación corporal para dar vida a esas criaturas, que además superan en estatura a los humanos y poseen rasgos faciales diferentes?
Y se desplazan con todo su ser, mientras que nosotros permanecemos sentados la mayor parte de la jornada... Esto se logra con una extensa preparación. Ese es otro de los valiosos aportes de esta producción cinematográfica. Se llevaron a cabo seis semanas de entrenamiento previo a la filmación, dedicando ocho o diez horas diarias a la práctica de tiro con arco, artes marciales y gimnasia... James Cameron posee una profunda comprensión de lo necesario para transformarse verdaderamente en una entidad distinta. Y para mí resultó una gran satisfacción, dado mi trasfondo en danza y teatro, poder manifestarme integralmente con mi cuerpo e integrar al personaje de una manera más profunda.
Y no hace falta maquillaje, todo es digital...
Se te colocan marcadores en el rostro y en una especie de traje, y te encuentras en un entorno que se asemeja a gigantescos bloques de construcción tipo Lego, conformando distintos escenarios. Solo están presentes los objetos indispensables, como un cuenco, por ejemplo. El resto se deja a la imaginación. Se trata de un ejercicio creativo y artístico que requiere gran concentración, pero también es entretenido, ya que te devuelve a una dinámica similar a la del recreo escolar, interactuando con otros intérpretes.
El rodaje
Colabora y desarrolla tu creatividad junto a otros intérpretes.
¿Cómo crees que tu abuelo percibiría este tipo de cine tan impresionante? ¿Sería de su agrado?
No estoy seguro de si le agradaría, pero sí he reflexionado sobre las similitudes entre Chaplin y Cameron. Ambos fueron innovadores tecnológicos en su época, ampliando los límites con las herramientas disponibles y revolucionando el cine. Sin embargo, a pesar de sus avances tecnológicos e innovaciones, las narrativas que presentan son intrínsecamente humanas, notablemente sencillas y universales, y se enfocan en una genuina emoción.
¿Y cuál sería el mensaje?
En mi opinión, la impresión es que al asistir a ver Avatar , todos nos sentimos conmovidos y, al salir de la sala, nos sentimos más conscientes y motivados a actuar debidamente. La feeling que experimento al ver las tres películas, y especialmente esta última, es una sensación de mayor capacidad para ejercer integridad y responsabilidad. ¿Qué puedo proteger?, ¿cómo puedo velar por mi familia?, ¿cómo puedo cuidar del planeta?, ¿cómo puedo atenderme a mí mismo?, ¿a la naturaleza?... Para mí, esto transmite la urgencia de ese empoderamiento y la necesidad de hacer lo correcto sin importar las consecuencias.
