España se jugaba este miércoles el pase directo a los cuartos de final de los Mundiales de Singapur ante Hungría, uno de los rivales que más se le ha atragantado a la selección española masculina de waterpolo en los últimos campeonatos internacionales. Los jugadores de David Martín necesitaban vencer a los magiares para saltarse los octavos de final y, a pesar de estrellarse con el larguero en infinidad de ocasiones, España se recompuso de forma épica en el último cuarto anotando cuatro tantos consecutivos para conseguir la victoria (10-9). En el otro partido del grupo B saltó la sorpresa con el triunfo de Japón ante Australia (11-12), provocando que la selección oceánica quedase última de grupo.
Aunque España comenzó perdiendo con el gol de Vigvari, los pupilos de David Martín le dieron rápidamente la vuelta a la situación con un gol de Álvaro Granados y otro de Biel Gomila elevándose en el segundo palo. Una ventaja que pudo durar muy poco de no ser una inmensa intervención de Unai Aguirre, que se hizo gigante para desviar un tiro peligrosísimo de los húngaros. Sin embargo, los magiares consiguieron empatar con un gol de Vismeg en la primera superioridad numérica que tuvieron tras la exclusión de Alberto Muñárriz. A pesar de contar con un jugador menos, los de David Martín tuvieron una ocasión en las manos de Felipe Perrone y un larguero de Bernat Sanahuja. En los instantes finales del primer cuarto los protagonistas fueron los porteros de ambas selecciones, que estuvieron muy acertados bajo palos para evitar que se rompiera la igualdad en el marcador antes de que sonase la bocina (2-2).
El segundo cuarto comenzó con la exclusión de Alejandro Bustos en los primeros 30 segundos, situación que aprovechó Hungría con un tanto que entró a regañadientes tras tocar en el brazo del portero español. La selección de David Martín intentó pagar a los magiares con la misma moneda tras la exclusión de Vismac, pero el larguero impidió el empate.
Las cinco faltas en contra cuando quedaban cinco minutos para el descanso condicionaron mucho el ataque de España que, de nuevo, se volvió a estrellar contra el palo tras un buen tiro de Bernat Sanauhja. Sin embargo, la ocasión más clara antes de terminar la primera mitad la tuvo Alberto Muñárriz que, completamente solo, quiso afinar demasiado en un disparo que volvió a toparse con la madera. Quien no perdonó fue Hungría. Gergo Feke recibió el balón sin nadie encima y quitó las telarañas de la portería española con un potente disparo que tocó en el larguero antes de entrar.
Aun así, España no le perdió la cara al encuentro. Una gran acción individual del joven Biel Gomila, de 18 años, provocó que los de David Martín se fueran al descanso con una desventaja de dos tantos (3-5). El portero húngaro solamente realizó tres paradas en todo el primer tiempo y España se marchó con un 17% de eficacia en el tiro. Dato que contrastaba con el 26% de acierto en el disparo por parte de los magiares.
España se estrelló con el larguero una y otra vez en el primer tiempo
Daniel Angyan anotó el primer tanto de la segunda parte al aprovechar la superioridad numérica, pero el incombustible Felipe Perrone forzó un penalti que transformó Alberto Muñárriz para no desengancharse en el marcador. Hungría anotó otro gol en el tercer cuarto justo después de que David Martín solicitase revisar en el monitor otro posible penalti sobre Perrone. La revisión se produjo tras el gol de los magiares, que finalmente subió en el marcador. Al seleccionador español no le quedó otra que pedir tiempo muerto para calmar a los suyos y reestructurar el ataque de España. Las indicaciones surgieron efecto con un tanto de Biel Gumula en el segundo palo, pero se disipó rápidamente la alegría para los españoles con un magnífico tanto de vaselina de Angyan que puso el 5-8 en el marcador antes de finalizar el tercer cuarto.
El último cuarto, a modo de premonición, comenzó de cara para España con un gol de Sergi Cabanas directo a la escuadra que animaba a España en busca de la remontada. Pero, como en el cuarto anterior, los magiares reaccionaron de inmediato con otro tanto que mantuvo la distancia de tres goles entre ambos combinados nacionales. España no se rindió gracias a un gol de Álvaro Granados y un penalti provocado por él mismo que transformó Muñárriz para establecer el 8-9 en el electrónico a falta de cinco minutos para el final.
Si había un momento idóneo para que Felipe Perrone se estrenase como goleador en el campeonato que pondrá punto y final a su grandiosa carrera era ese. El mítico jugador español se impuso a la defensa magiar para anotar el empate a nueve e impulsar a sus compañeros. Mientras tanto, Unai Aguirre seguía haciendo de las suyas bajo palos, lo que permitió que Granados pusiera por delante a España con algo de suerte después de que un defensor húngaro desviase ligeramente la trayectoria del balón.
España, que no iba por delante en el marcador desde el minuto tres de partido, consiguió darle la vuelta a la situación a falta de tres minutos para el final. La diosa fortuna sonrió a la selección de David Martín y quien se estampó contra el palo a falta de minuto y medio fue Hungría. La agónica y épica victoria se selló con una parada final de Unai Aguirre, clave en el triunfo español que certificó la clasificación para los cuartos de final donde esperan rival entre el ganador del Montenegro-Canadá.