Ounahi, el resurgir del ‘8’ de Marruecos en Girona

Fútbol

El marroquí, autor de un golazo al Real Madrid, está siendo una de las sensaciones de la Liga y la mejor noticia del equipo de Míchel, culpable de la mejora en las últimas jornadas

GIRONA, 30/11/2025.- El centrocampista del Real Madrid Arda Güler (i) disputa un balón con el centrocampista del Girona Azzedine Ounahi (d) durante el partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga entre Girona y Real Madrid celebrado este domingo en el estadio Montilivi de Girona. EFE/ Siu Wu

Azzedine Ounahi supera a Arda Güler en conducción, una de sus virtudes, en el partido entre el Girona y el Real Madrid en Montilivi

Siu Wu / EFE

“Me ha sorprendido gratamente el número 8. Madre mía, ¿de dónde sale ese muchacho? Juega muy bien. Este chico no ha parado de correr. Ha sido espectacular”, dijo Luis Enrique tras la eliminación de España ante Marruecos en los octavos del Mundial de Qatar. El asturiano, seleccionador por aquel entonces, acababa de descubrir, junto a medio mundo, a Azzedine Ounahi, ahora el faro del Girona.

El golazo al Real Madrid, el tercero de la temporada en nueve partidos (estuvo lesionado durante tres semanas), fue la última demostración de calidad de este espigado centrocampista marroquí que parece flotar con el balón y, además, suma kilómetros sin negociar esfuerzos.

“Me dijo que venía al Girona porque después vendrían el Barça o el Madrid”, dice Quique Cárcel

“Tengo estas cualidades desde pequeño. No me lo gané. Nací así. En el barrio jugaba con chicos más grandes que yo, así que debía superarlos por técnica”, explicó en una entrevista en Francia el de Casablanca, de 25 años. Ounahi, el mediano de tres hermanos y de familia futbolera (su primo juega en Marruecos), empezó a pegar patadas a un balón a los cinco años en un equipo de su barrio y pronto, ya destacable su rendimiento a esa edad, se enroló en el Raja Club Athletic

Terminada su formación en la Academia de Fútbol Mohammed VI, con 18 años buscó su sitio en Europa, pero no lo encontró en su primera experiencia en el Estrasburgo y tuvo que dar dos pasos atrás, en el Avranches de la Tercera División francesa, para relanzar su carrera. El Angers lo recuperó para la Ligue 1 antes de que entrara de lleno en la agenda de muchos clubs europeos con su gran actuación en el Mundial de Qatar. Apenas un mes tras la cita qatarí, el Olympique de Marsella desembolsó 8 millones para hacerse con sus servicios. En el Vélodrome, sin embargo, tampoco cuajó y tras un año cedido en el Panathinaikos apareció la oportunidad del Girona.

“No ha acabado siendo importante en otros equipos porque no le han dado mucho protagonismo y él necesita sentirse importante. Es un líder aquí”, explica el director deportivo del club catalán, Quique Cárcel, a Guyana Guardian. El fichaje del magrebí estaba planeado desde inicios del verano, pero su contratación hasta el 2030 se consumó a dos días del cierre del mercado, ya con tres jornadas de Liga disputadas. 

La operación solo se desbloqueó cuando el Girona tuvo liquidez tras las ventas programadas de Miguel Gutiérrez y Krejci, además de la más sorprendente de Yangel Herrera. El Marsella pedía 14 millones, algunos clubs ofrecieron 11 millones y el Girona, gracias a la predisposición del jugador, acabó pagando 6 millones. Una cifra que ahora, tras ver el nivel de Ounahi, principal culpable de la mejora del equipo, parece una ganga.

Ounahi, que tiene a Iniesta como ídolo, se ha ganado el respeto del vestuario con sus actuaciones

“No me ha sorprendido su rendimiento. Me dijo que venía al Girona porque después vendrían a buscarle el Barça o el Madrid”, añade Cárcel, que no duda de su“nivel top”. Llegado el caso, quizá opte más por el blaugrana, ya que desde pequeño su referente ha sido Andrés Iniesta. Por ahora, Ounahi se ha ganado el respeto del vestuario gironí con el balón, desde su primera exhibición en San Mamés. Tanto Míchel como sus compañeros se dieron cuenta desde el primer entrenamiento de que era un jugador especial. Pero toda la exuberancia que exhibe en el terreno de juego, es timidez fuera del campo, muy callado y con el inglés como lengua para comunicarse. El de Casablanca, introvertido, educado y con muchos valores, vive en Girona con su nutricionista, también preparador físico, y un amigo de confianza.

“Con Ounahi tengo la misma sensación que con Savinho”, concluye Cárcel. El responsable deportivo, que ya intuye ofertas importantes en verano por el centrocampista, teme un posible bache del equipo cuando el marroquí se marche a disputar la Copa África tras el partido ante la Real Sociedad. Montilivi no volverá a disfrutar hasta inicios del 2026 de Ounahi, sin duda la mejor noticia del Girona y una de las sensaciones de la Liga en este comienzo.

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