Los nombres circulaban, y circulan. Las quinielas se hacían, y se hacen. Pero, de momento, Xabi Alonso sobrevive en el banquillo madridista. Un tropiezo en Vitoria podía condenarle y convertirlo en Alonso el Breve pero la victoria en Mendirroza debe darle, salvo giro inesperado, una vida extra. No es que su equipo realizara un partido extraordinario, ya que sufrió de lo lindo, pero un club que hace bandera de que lo único que le importa es ganar lo lógico es que lo mantenga después de un triunfo.
Las dos áreas salvaron al equipo y por ende a su entrenador. Courtois en un lado y Mbappé y Rodrygo en el otro. Y poco más. Los posibles sustitutos, ya sea Solari, que asistió al encuentro desde el palco, Arbeloa, Zidane o Klopp, se mantendrán en la recámara aguardando acontecimientos.
“Hemos de estar unidos, necesitamos más constancia y continuidad”
Estuvo inquieto Xabi Alonso en su área técnica. Inquieto y angustiado. Celebró el tanto de Mbappé pero después se removió, casi siempre de pie, buscando soluciones para un equipo que suele no hacer lo que le pide su entrenador. Vino con un libreto de modernidad y presión alta y a sus futbolistas les gusta más venirse atrás y buscar el espacio. Vaya, lo que han hecho desde tiempo inmemorial y lo que se hacía con Ancelotti. A recogerse y los delanteros arriba para sorprender al rival. Solo que también les da por mostrar una actitud contemplativa que desespera al tolosarra, que se llevó las manos a la boca y se sentó en el banquillo cuando el Alavés empató.
Su puesto peligraba más que nunca, no sabía muy bien qué instrucciones repartir, la tomó por momentos con el colegiado y solo hacía que mover los brazos solicitando a su equipo que fuera más compacto. Por eso recibió con alivio el 1-2, que lanzó Vinícius. El brasileño, que le ha provocado muchos dolores de cabeza, lo celebró buscando el abrazo del entrenador.
“Ha sido penalti claro a Vinícius pero ya no me sorprende que no vayan ni al VAR”
Ya en la sala de prensa Alonso, dentro de su tono monocorde habitual, felicitó a sus futbolistas por el triunfo “porque era lo que importaba” y se quejó de los árbitros. En eso el vasco entronca perfectamente con la línea oficialista de la entidad, esa que emplea su televisión para ser el azote de los colegiados. En este sentido Alonso lamentó que no se señalara un penalti sobre Vinícius. “Para mí ha sido claro, hay contacto, no sé la razón por la que no ha ido al VAR, pero ya no me sorprende”. En esta búsqueda continua de fantasmas un periodista le recordó que en el VAR estaba González Fuertes, con el que el Madrid se las tuvo en la final de Copa. “Tú lo has dicho y lo dejamos ahí”, espetó el entrenador blanco.
Como en los últimos días Alonso subrayó que los futbolistas están con él. “La unidad es fundamental, es lo que nos permitirá ganar en la solidez que necesitamos. Hemos de tener constancia y continuidad para cambiar la dinámica. Hemos hecho cosas bien pero en otras debemos mejorar”, apuntó sin concretar más. Fue más preciso cuando echó la culpa del gol del Alavés al debutante Valdepeñas. “Aunque es verdad que ha sido su único error”. De la angustia pasó al alivió.
