El noveno triunfo del Real Madrid en un clásico acabó por hartar al Palau Blaugrana, que señaló sin disimulo al palco. “No es la situación ideal, está claro, pero el público es soberano”, se limitaba a valorar Joan Peñarroya, técnico del Barça, sin muchas ganas de ahondar en la pañolada y los gritos de dimisión contra Josep Cubells, directivo responsable del baloncesto azulgrana.
El técnico no puso peros a la victoria blanca, la primera de los de Scariolo a domicilio en la Euroliga, y subrayó la “superioridad física” del Madrid. ”Ellos seguramente sean más fuertes que nosotros en conjunto pero hemos de tener más agresividad y encontrar otras herramientas. Es algo no que no hemos hecho bien”, admitía Peñarroya.
Peñarroya
“Han estado finos en el tiro y nos han dominado con grandes porcentajes y también en el rebote”
Para el preparador del Barça hubo dos claves que dibujaron el triunfo madridista, su acierto exterior y su dominio en el rebote, apartados que en las estadísticas son aplastantemente blancos. “Se ha de jugar bien en los dos lados del campo y nosotros hemos estado blandos en uno de ellos. Han estado finos en el tiro y nos han dominado con grandes porcentajes y también en el rebote. Nosotros hemos dado más asistencias y hemos perdido menos balones pero esos dos primeros aspectos nos han penalizado mucho”, lamentaba.
Peñarroya ha querido repetir y resaltar que sus hombres han puesto la mejor de las actitudes. “Nadie está contento, no es el partido que queríamos, pero el equipo ha querido y ha luchado hasta el final. Hemos puesto corazón pero eso no es suficiente”, finalizaba.
Por último, el preparador azulgrana daba su versión sobre la exclusión de Satoransky por una falta y una técnica por protestar. Su indignación también le costó una técnica. “No sé si la palabra es indignación pero contentos no estábamos. Lo que me ha indignado es que no era falta y encima enseguida le han señalado la técnica, el castigo ha sido muy grande. El fallo también es del jugador, por supuesto, pero la jugada era para no estar contentos, admitiendo que el arbitraje siempre es complicado”.
