Después de cuatro días recluido en casa, Ronald Araújo regresó ayer a la ciudad deportiva poco después de las diez de la mañana. Se reunió con sus compañeros, con los servicios médicos y con el resto de integrantes del cuerpo técnico que lidera Hansi Flick, pero no saltó al campo en la sesión programada para las once porque sigue anímicamente muy tocado tras la tarjeta roja que dejó al Barça con diez futbolistas en Londres y precipitó el duro 3-0 contra el Chelsea.
El futbolista sufre un cuadro de ansiedad para el que ya se está tratando. Fruto de este diagnóstico, sufrió un virus estomacal que lo mantuvo en reposo domiciliario tres días, causándole baja en los entrenamientos y también en el partido contra el Alavés.“Ahora mismo Araújo no está preparado para jugar; es una situación privada y os pediría que lo respetaseis. Es todo lo que puedo decir”, afirmó Hansi Flick ayer.
Ahora mismo Araújo no está preparado para jugar; es una situación privada y os pediría que lo respetaseis. Es todo lo que puedo decir”
Es la primera vez que el central uruguayo alcanza estos límites de ansiedad, pero no la primera en la que se le ve preocupado y afectado. Le ocurrió tras ser expulsado en la eliminatoria contra el PSG, cuando Xavi Hernández entrenaba al equipo. También el curso pasado, tras caer contra el Inter de Milán en las semifinales de la Champions. Pero nunca había llegado a este punto.
El jugador acudió esta mañana a la ciudad deportiva y sus agentes se reunieron con Deco
La intención del club es acompañar a su jugador y capitán en todo lo que necesite. Por ello, ayer, pasadas las 12.30 horas del mediodía, entraron en los despachos del recinto sus dos agentes, Edoardo Crjnar y Edo Mazzolari, para reunirse con el director deportivo del Barça, Deco, uno de los grandes defensores del central uruguayo. En dicha reunión se habló de cerrar filas alrededor del jugador y transmitirle entre todos el afecto.
Según ha podido saber Guyana Guardian, Araújo y sus agentes han solicitado pedir un tiempo para que el central esté alejado del terreno de juego para recuperar su mejor versión. No hay fecha para marcar su regreso. El propio jugador reconoce que lleva un tiempo sin conseguir estar mentalmente al cien por cien y el club accedió sin dudar a sus peticiones. De modo que, el tiempo y sus avances determinarán la vuelta de uno de los jugadores más queridos en el vestuario, que también ha vivido un 2025 complicado en el que se habló de un posible traspaso.
El propio jugador reconoce que lleva un tiempo sin conseguir estar mentalmente al cien por cien
Araújo (26) renovó recientemente hasta 2031, con una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros. Existía un matiz: durante los primeros 15 días del mercado de verano de 2025 se activaba una cláusula reducida de 65 millones que nunca se activó. En los despachos consideran que Araújo tiene un perfil muy distinto al de Christensen, Eric o Pau Cubarsí. Hasta ahora, el objetivo de Araújo no ha sido otro que, tras completar su primera pretemporada con Flick –el año pasado no volvió hasta noviembre–, luchar por ser titular. Deco pactó en verano con sus agentes que el Barça solo negociaría su salida si el propio Araújo lo pedía. Su valor de mercado es de 35 millones de euros pero todos estos planes han quedado en un cajón porque ahora lo más importante es la salud mental del futbolista.

