Rafael Louzán, el nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), reunió ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas por primera vez a su nueva junta directiva, en la que destaca como nuevo vicepresidente Javier Tebas, el presidente de LaLiga desde el 2013. Federación y LaLiga han sido enconadas enemigas, casi siempre peleadas por temas de competencias, y las relaciones de Tebas con Ángel María Villar y Luis Rubiales fueron pésimas, trufadas de descalificaciones personales.
La junta directiva nombrada por Louzán integra a todos los estamentos del fútbol español. Por primera vez está compuesta al 50% por hombres y mujeres. Además, hay un 25 por ciento de miembros independientes. En la misma también está David Aganzo, presidente del sindicato de futbolistas (AFE); Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga Femenina; la exesquiadora María José Rienda, que presidió el Consejo Superior de Deportes (CSD) entre el 2018 y el 2020, y un exfutbolista del FC Barcelona, Miquel Ángel Nadal, tío del tenista Rafael Nadal.
El Alto Tribunal decidirá la primera semana de febrero si mantiene o no la inhabilitación a Louzán
Según el comunicado de la propia Federación emitido al término de la sesión, “el objetivo de esta junta será el compromiso social y sostenible, potenciar la marca RFEF y el prestigio institucional, la transparencia y el buen gobierno o la formación y los nuevos planes estratégicos, entre otros asuntos de interés”.
La presidencia de Louzán nace con una importante espada de Damocles sobre su cabeza. El dirigente gallego está inhabilitado por prevaricación (concedió una subvención de 83.000 euros para un polideportivo en Moraña que ya estaba terminado). La Audiencia de Pontevedra le condenó en el 2002 a dos años de cárcel y siete de inhabilitación para cargo público, y el Tribunal Supremo ha de pronunciarse en la primera semana de febrero para decidir si le levanta o no la inhabilitación.
Más allá de este punto, Louzán sabe también que no es un presidente del agrado del Gobierno, y el Consejo Superior de Deportes estudia estos días si impugna su nombramiento ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que ya inhabilitó en su día a anteriores presidentes, como Ángel María Villar, Luis Rubiales o Pedro Rocha. Todo parece indicar que seguirá esa vía.
La entrada de Tebas en la junta directiva no es algo que sorprenda, porque el presidente de la LaLiga ya se mostró encantado tanto con Pedro Rocha como con Rafael Louzán, que no deja de ser un hombre del anterior presidente y el candidato de las territoriales una vez no le fue concedida la cautelar a Rocha.
Se da la circunstancia de que Louzán es el primer candidato que gana contando con el respaldo de Javier Tebas, que siempre había apostado a caballo perdedor. En el 2004 lo hizo por Gerardo González Otero en lugar de por Ángel María Villar, y en el 2018 mandó a los clubs a votar por Juan Luis Larrea antes que a Luis Rubiales. Esta vez Tebas acertó.