Ya había expirado el mercado inglés –a las 20.00h–, cuando el Liverpool oficializó su último fichaje. El más esperado, el culebrón del verano en el norte de Inglaterra. Obviamente, ya había enviado la inscripción, pero faltaba adjuntar la documentación. Aleksander Isak, delantero en rebeldía del Newcastle, ha roto la banca: 150 millones. Es el fichaje más caro de la historia de la Premier y el tercero del fútbol por detrás de Neymar y Mbappé, factoría PSG. Y el Liverpool pudo gastarse hasta 40 más, pero Marc Guehi, centrocampista del Crystal Palace, finalmente no firmó pese a pasar la revisión médica y tener los contratos redactados. Su club no encontró sustituto... y canceló la operación.
Esos 190 millones que iban a pagar era 'peccata minuta'. Ya habían desembolsado con anterioridad 350 en jugadores como Wirtz (125) o Ekitiké (85). Un récord absoluto en un mercado de verano que deja por debajo los 454 del PSG o los 464 del Chelsea en la campaña 2023-24. Pero esas cantidades engloban los mercados de verano e invierno, cuyo récord cae en manos del propio Chelsea, con un gasto de 630 millones en la 2022-23. Números, todos ellos, que se amoldan más a lo que gasta toda la Liga española, con los grilletes del fair play financiero y la merma de ingresos en comparación con las islas.
El fútbol inglés es de otro planeta. O galaxia. “Esta es la ventana de fichajes más grande de la historia. El récord británico de fichajes ha sido batido dos veces... por el mismo equipo. Se han gastado muchísimo dinero y hay mucha ilusión”, explicó para los canales de la Premier Michael Owen, mítico goleador red y del Real Madrid.
El fichaje de Isak es paradigmático por la historia que hay detrás. El Liverpool lo tenía en la agenda en 2021, cuando jugaba en la Real Sociedad y su coste era de 70 millones. Pero Jürgen Klopp no lo veía para su modelo. En unos meses firmó a Darwin Nuñez por 85 millones, ahora traspasado por 53 a Arabia Saudí con un adiós por la puerta de atrás. Para Arne Slot, Isak sí que era una prioridad. Una prioridad de 150 millones cuatro años más tarde.
Es la punta del iceberg de un mercado sobredimensionado. En esta última jornada frenética el delantero Yoane Wissa firmó por 63 millones por el Newcastle, Randal Kolo Muani llega cedido al Tottenham, Donnarumna se une al City de Guardiola y Piero Hincapie acaba en el Arsenal. El Nottingham Forest le pagó, por ejemplo, al Estrasburgo 35 millones por Dilane Bakwa. Y así una larga lista porque nadie se ha cortado y no hay límites.
El gasto total de la Premier, al cierre de esta edición y a la espera de contabilizar el resto de traspasos de última hora, supera los 3.500 millones. LaLiga se quedó alrededor de los 650. Solo en Francia (610) se gastó menos, mientras que Italia superó los 1.200 millones y la Bundesliga tocó los 900.
De los muchos nombres de la última jornada destacan la marcha de Marco Asensio al Fenerbache, Samu Chukwueze jugará en el Fulham y Adrien Rabiot lo hará cedido en el Milan tras sus abruptos episodios en Marsella. El Burnley, propiedad de Alan Pace, dueño ahora del Espanyol, se hizo con Florentino Luis mientras que Hojlund deja el United por el Nápoles. Una jornada poco apasionante en España. El dinero y la opulencia habitan en otros lares.