Dembélé completa su metamorfosis al ganar el Balón de Oro

Balón de Oro

El delantero francés ve premiada su reinvención después de su maravilloso año con el PSG

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Ousmane Dembélé con el Balón de Oro 

FRANCK FIFE / AFP

De no entender el juego a ser el número uno del mundo. De no marcarle un gol al arco iris a convertirse en una pesadilla para las defensas rivales. De vivir solo en la enfermería a levantar casi todos los títulos. De ser una ruina por su elevado coste a transformarse en un jugador regular y fiable. La metamorfosis de Ousmane Dembélé (28 años) se completó este lunes al llevarse el Balón de Oro. Los 35 goles que marcó y las 14 asistencias que repartió la temporada pasada resultaron clave para los éxitos del PSG, incluida una enorme Champions League, y para que los votos le hayan dado la victoria en el galardón individual más prestigioso. “Es increíble y excepcional lo que me acaba de pasar, estoy muy emocionado”.

Un viaje alucinante que no se entiende sin la influencia de un Luis Enrique que supo meterlo en vereda (algún castigo sin jugar incluido) antes de extraerle todo su potencial y sin la propia evolución del delantero francés. Aunque actualmente se encuentra recuperándose de una nueva lesión muscular el Dembélé de ahora poco tiene que ver a nivel profesional con el que aterrizó en Barcelona en 2017, con 20 añitos.

Entonces apenas llevaba temporada y media en la élite y era un diamante, pero muy en bruto. Su presentación en el Camp Nou ya resultó extraña con grandes protestas del público contra el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu. Neymar acababa de fugarse al PSG y Dembélé llegaba para sustituirle.

“Es increíble y excepcional lo que me acaba de pasar, estoy muy emocionado”, dice el delantero francés tras recibir el premio

Pero no cuidaba su cuerpo ni su mente, su alimentación resultaba calamitosa y no entraba en el gimnasio ni para dar los buenos días. No es que frecuentara las discotecas pero tampoco descansaba lo suficiente, entre horas interminables de videojuegos y cenas con amigos de madrugada. Dembélé no se esconde y admite que en aquellos primeros años de blaugrana sufrió una lesión muscular tras otras sobre todo por su falta de profesionalidad. Si algo le pirra al genial extremo es el consumo de pizzas y hamburguesas. Se puede escribir sin dudarlo que una de las cosas que más le gustan a Dembélé es que se terminen los partidos porque es justo entonces cuando se le permite ingerir esos productos de comida rápida. Los prefiere por ejemplo al chocolate aunque cuando se retire no piensa cortarse de nada.

La pena para el Barcelona es que cuando ya lo tuvo educado a nivel de preparación decidió ganar más dinero y volver a su país para enrolarse en el PSG. Xavi lo prefería sin dudarlo antes que a Raphinha. Casualidades de la vida, los dos han crecido de manera mayúscula.

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