Estados Unidos reina ante Australia en el broche de Marchand, McIntosh y la colosal niña de 12 años

Natación | Mundiales

Tras el oro de Harris en el 100 libre, el medallero se decidía en el relevo 4x100 libre que ganaron las 'aussies'

El francés sumó un oro y una plata más, la canadiense su cuarto título y Yu Zidi rozó otra medalla, fue cuarta

Horizontal

Yu Zidi y Summer McIntosh después de la final de los 400 estilos en la que ganó la canadiense con récord de los Campeonatos y la china quedó a medio segundo de la plata, fue cuarta 

OLI SCARFF / AFP

La estadounidense Torri Huske volaba hacia la pared y hacia la gloria de Estados Unidos, muy criticada por figuras como Michael Phelps y Ryan Lochte, que vaticinaban “un funeral” o un “nuevo comienzo” en estos Mundiales de Singapur. Y eso podía parecer por la ausencia del equipo americano en algunas finales de relevos y en pruebas individuales, como las de espalda masculinas, pero finalmente se impusieron en el medallero en una última prueba emocionante, el relevo 4x100 estilos femenino, que como en los Juegos de París debía determinar qué país era el mejor. Y, de nuevo, Australia se quedó a las puertas.

Tocó Huske y el relevo formado por Gretchen Walsh, Regan Smith y Kate Douglass obró el récord mundial, el tercero de esta competición, con 3.49s34. Un buen final para unos Mundiales sin grandes récords pero con nuevas conclusiones y jerarquías en la natación mundial. La última jornada fue un buen resumen.

Summer McIntosh se despide como la nueva reina de la natación. No logró su propósito de colgarse cinco oros, tantos como uñas de la mano tiene pintadas de dorado. Llegaba a la última jornada con los títulos de 400 libre, 200 mariposa y 200 estilos, y de nuevo dio una exhibición en los 400 estilos con el récord de los Campeonatos (4m25s78). Le queda la espina a la canadiense, que sigue en proceso de concretar su programa para Los Ángeles, el intento fallido de destronar a Katie Ledecky en el 800, donde solo pudo ser bronce pese a nadar en su segunda mejor marca de siempre. Un aprendizaje que le hará reflexionar ahora que se une al grupo de entrenamiento de Bob Bowman. Recibió el premio de World Aquatics a mejor nadadora.

Lee también

Es en esa misma prueba, sin medalla de nuevo pero con la confirmación de que China tiene una nadadora de época, se despidió Yu Zidi, el fenómeno de Singapur. Su maravillosa actuación en pruebas que requieren mucha preparación y entrenamiento, como los 400 estilos o los 200 mariposa, y su forma de nadar, abre el dilema sobre la idoneidad de admitir a nadadoras menores de 12 años. World Aquatics lo está debatiendo. Pero ahora ya nadie puede desautorizar a una nadadora descomunal que se quedó a cinco décimas de la plata. La compartieron, con 4m33m26, la australiana Jerra Forrester, y la japonesa Mio Narita. Yu Zidi marcó 4m33s73, de nuevo casi tres segundos por debajo de su mejor marca.

Yu Zidi, que mide 1,63m y tiene una cuerpo musculado para su edad, tiene su talón de Aquiles la espalda, lógico por tamaño. Aunque los estudios óseos que se le hicieron en el centro de alto rendimiento auguran que podrá llegar al 1,81m. Con su manera de nadar, su resistencia aeróbica y sus apoyos en el agua, su margen de mejora en apenas un año puede ser abismal. Si se despide de Singapur con tres cuartos puestos y un bronce en el relevo 4x200 libre, en los Mundiales de Budapest de 2027, con 14 años, puede aspirar a ganar cinco medallas que si sigue desarrollándose.

Un futuro que asusta

Yu Zidi podría aspirar en el próximo Mundial a un gran saco de medallas

Quien también pelea por un programa más amplio de cara a Los Ángeles es ese francés que rompió el récord mundial de Ryan Lochte en los 200 estilos. Es hipnótico ver como Léon Marchand hace simple lo difícil. Nadaba por la calle 1 la final de los 400 estilos, después de estar a punto de quedarse fuera en las eliminatorias, donde se dio literalmente un baño y pasó séptimo. Poco lo importó. Cogió ventaja en la mariposa (54s92, a 36 centésimas del pase de su récord mundial), se mantuvo en la espalda y la braza, con una frecuencia de brazadas mínima, como si flotara en el agua y se fuera deslizando acompañado con sus habituales subacuáticos de 13 metros. Y tocó, tras acelerar en el libre, en 4m04s73. A dos segundos de su récord, pero era otra de las mejores marcas de la historia. El segundo, el japonés que ya fue plata en París, Tomoyuki Matsushita marcó 4m08s32. Sacando la lengua para adelantar al ruso Ilia Boronin (4m09s16).

Lee también

El francés, después, también participó en el relevo 4x100 estilos, donde su país fue plata resistiendo el empuje de Estados Unidos e Italia. El oro se lo llevó Rusia, que compite sin nombre ni bandera pero que ha demostrado que, pese a sus años de ausencia, no ha perdido el nivel. Se despiden con tres oros, cuatro platas y un bronce. 

Solo faltó, en esta última jornada, David Popovici como gran estrella de estos Mundiales por conseguir el doblete en 100 y 200. Suyo sigue siendo el futuro, como el de Marchand -que ya explora los 200 libre- o el de McIntosh. Y el de una niña que, por lo visto, es difícil calcular que será capaz de hacer con 15 años en Los Ángeles. Quizás, en categoría femenina, a la canadiense le sale un hueso muy duro de roer.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...