"La realidad es que había una dirección clara a la hora de saber cuándo se iba a cerrar el techo antes del partido. El árbitro había dicho que iba a ser al final de un set. Luego se ha visto lo que ha pasado (se cerró el techo con 4-2). Cuando él golpea la bola alarga el grito con 4-3 en un momento clave, cuando no había pasado durante todo el partido. Yo cuando estoy voleando y se me alarga el grito, es molesto. No podemos saber si lo ha hecho aposta o no", añadió el balear.
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