Anas Andaloussi, el empresario de 20 años que factura casi 3 millones de euros: “He visto gente con mucho menos que tenía algo que muchos millonarios no tienen; tranquilidad”

Emprendedor

En una entrevista para La Vanguardia, Andaloussi repasa cómo pasó de montar webs por vocación a fundar tres empresas con solo 20 años

Anas Andalousi, joven emprendedor y fundador de Escríbelo.ai

Anas Andaloussi, joven emprendedor y fundador de Escríbelo.ai 

Cedida

Cada vez hay más emprendedores que empiezan de manera silenciosa en el salón de su casa hasta crear un negocio con el que vivir: el emprendimiento ya ha dejado de ser solo un negocio en un establecimiento, sino que con la digitalización y con la IA han aumentado las posibilidades que muchos deciden intentar ser autónomos. 

Este es el caso de Anas Andaloussi, el joven de 20 años que empezó a los 13 con un blog sobre Minecraft sin tener ni idea de que eso le llevaría a emprender. De manera autodidacta aprendió sobre desarrollo web, SEO y monetización: y antes de los 16 desarrolló más de 50 webs, algunas de los cuales le generaron ingresos y otras le sirvieron como aprendizaje. 

Actualmente, con tan solo 20 años, es dueño de tres empresas: Escríbelo.ai, para crear contenido SEO con IA, QuickTok.ai y UDIA, una academia de formación sobre IA. En una entrevista  para La Vanguardia, Andaloussi explica cómo es la experiencia de ser un joven emprendedor que ha facturado casi 3 millones de euros en sus 20 años, qué significa el éxito y qué impacto tiene la IA en el futuro. 

Anas Andalouis, empresario.

Anas Andaloussi, empresario.

Cedida

Cuando empecé mi canal de YouTube me empezaron a hacer bullying. Dejé de contarle a la gente lo que hacía y me dediqué a trabajar en silencio hasta que mi historia se hizo viral

Anas AndaloussiEmprendedor

¿Cómo influyó tu familia y tu entorno en tu mentalidad emprendedora?

Me crié en la tienda de mi madre. Mientras ella trabajaba, yo tenía montado mi pequeño setup con el ordenador en el almacén. Desde ahí veía cómo gestionaba el día a día del negocio: reuniones con proveedores, pedidos, clientes… No me senté nunca a estudiar emprendimiento, pero lo viví muy de cerca. Una vez, con unos 10 años, le compré a un proveedor de mi madre unas cartas de Pokémon y las vendí en una bandeja dentro de la tienda. Me saqué 50 euros. No fue nada grande, pero para mí fue la primera vez que entendí que podía crear algo y ganar dinero con ello.

¿Hay alguna experiencia de tu infancia o adolescencia que te marcó especialmente?

Sí, una etapa que me marcó mucho fue en el colegio. Tenía un canal de YouTube de Minecraft que me iba bastante bien, y además lo usaba para llevar tráfico a un blog que había montado. Pero en ese momento era un juego muy criticado, y empezaron a hacerme bullying por eso. Me afectó tanto que terminé borrando el canal, que ya tenía más de 100.000 seguidores. Eso no solo fue un golpe personal, también me afectó directamente en lo que estaba construyendo, porque perdí mi principal fuente de usuarios.

Un par de meses después, viendo que las críticas seguían igual, decidí hacer lo contrario: monté otro canal, no se lo conté a nadie, y llegué a más de 200.000 seguidores. A partir de ahí, dejé de contarle a la gente lo que hacía. Me dediqué a trabajar en silencio, enfocado en lo mío, hasta que mi historia se hizo viral en podcasts, prensa y televisión. 

Cuando emprendí me criticaron por ser muy joven, alguno se reían y muchos de los que dudaban hoy están utilizando la IA

Anas AndaloussiEmpresario

¿Has recibido algún tipo de prejuicio o barrera mientras emprendías?

Lo que más he sentido como barrera ha sido la edad. Cuando lancé Escríbelo, estaba metiéndome en un sector como el SEO, donde la mayoría de profesionales tienen entre 40 y 50 años, con mucha experiencia y estructuras tradicionales. De repente aparecía yo, con 16 años, explicando cómo estaba utilizando inteligencia artificial para montar páginas web que posicionaban solas, en una época donde ni se hablaba aún de ChatGPT ni de IA generativa.

Era 2021, y para muchos lo que decía no tenía credibilidad, me criticaron bastante porque era muy joven. Algunos se reían, pero yo ya sabía lo que venía y lo desarrollé igual. Al final, el tiempo puso las cosas en su sitio y muchos de los que dudaban hoy están usando herramientas similares. Pero en su momento, sí, ser joven fue un freno a que me tomaran en serio.

Cuando llegó el primer millón a la cuenta, no sentí nada espectacular ni hubo celebraciones

Anas Andaloussi20 años

Inteligencia Artificial

Impacto de la IA

¿Cuánto has llegado a facturar con tus empresas? ¿Qué emociones te generó tu primer millón?

El año pasado facturamos cerca de 3 millones de euros entre todos los proyectos. Cuando llegó el primer millón, la verdad… no sentí nada espectacular. Fue más una curiosidad que otra cosa. Lo vi en la cuenta, pensé “vale, ya está” y seguí con lo mío. No hubo celebraciones ni fuegos artificiales.

Supongo que cuando trabajas todos los días en algo que te apasiona, el dinero deja de ser el objetivo principal: es una consecuencia. Me hizo más ilusión ver a alguien que aprendió con mis cursos y consiguió su primer cliente, que el hecho de ver una cifra concreta en el banco. Ese tipo de cosas me impactan más.

Lo que sí te cambia es la perspectiva. Entiendes que si llegaste hasta ahí una vez, puedes construir cosas aún más grandes. Pero no desde la prisa, ni desde el ego, sino desde la calma de saber que estás en el camino correcto.

IA.

IA.

Getty Images

¿Qué significa para ti el éxito? ¿Cómo ha cambiado esa definición con el tiempo?

Para mí el éxito tiene dos caras. Una es el éxito profesional, y se basa en resultados y es una competición constante y, el que diga lo contrario, probablemente no está jugando en serio. Se trata de construir algo que funcione, que genere valor y que lo puedas escalar.

Y luego está el éxito personal, que es otra historia. Tiene más que ver con sentirte en paz contigo mismo, con hacer lo que te gusta, rodearte de gente que suma y tener una vida coherente con tus valores. He conocido a personas con patrimonios de decenas de millones de euros que no eran felices. Y también he visto gente con mucho menos, que tenía algo que muchos millonarios no: tranquilidad.

Yo no creo que el éxito sea estar siempre feliz. Para mí es saber apreciar los momentos tanto buenos como malos para poder sentirte presente, no perder el foco, y sentirte realizado mientras avanzas. Es seguir creciendo, cumpliendo tus objetivos y manteniendo tu centro, aunque las cosas fuera se muevan.

El dinero no da la felicidad. De hecho, muchas veces te trae problemas que antes ni te imaginabas

Anas AndaloussiFundador de UDIA

¿Cómo fundador de UDIA, ¿crees que en un futuro la IA sustituirá muchos trabajos?

Completamente. Y no lo digo como una predicción lejana, sino como algo que ya está pasando y que se va a acelerar. Estamos caminando hacia un punto que se conoce como la singularidad tecnológica: un momento donde el avance de la inteligencia artificial será tan rápido que no podremos volver atrás ni pausarlo. Todo cambiará de forma irreversible.

Pongo siempre el ejemplo del COVID: primero fue “un tío que se comió un murciélago”, luego dijeron que había un brote en un pueblo, a las semanas estaba en toda China y, literalmente en cuestión de días, todos estábamos encerrados en casa. Lo mismo va a pasar con la IA. Hoy parece que solo son herramientas que te ayudan a ahorrar tiempo, pero en poco tiempo estarán tomando decisiones, generando código, haciendo tareas creativas e incluso gestionando partes de empresas enteras. Y no habrá vuelta atrás.

Anas Andalousi con su proyecto UDIA.

Anas Andaloussi con su proyecto UDIA. 

Cedida

Es una ola que no vamos a poder controlar. Lo único que podemos hacer es aprender a surfearla. Adaptarnos rápido, entender cómo funciona y usarla a nuestro favor. Quedarse quieto no es una opción.

¿Sientes que ahora eres más feliz desde que el dinero no supone un problema?

No. El dinero no da la felicidad. De hecho, muchas veces te trae problemas que antes ni te imaginabas. Más responsabilidades, más decisiones, más presión. Sí que es cierto que la ausencia de dinero puede hacerte infeliz, porque te mete en situaciones muy jodidas. Pero tenerlo no te garantiza nada.

Vivimos en una sociedad donde las redes sociales te venden que el éxito es tener ciertas cosas, y eso está contaminando la cabeza de mucha gente. Te hacen creer que cuando llegues ahí vas a ser feliz. Yo también pensaba eso. Pero todo aquello que creí que me haría feliz, lo conseguí… y no me cambió nada por dentro.

De hecho, los meses de mayor facturación han sido también los que más estrés me han generado. He tenido que alejarme de amigos, de relaciones, de muchas cosas para poder enfocarme. No lo digo como queja, simplemente es la realidad. El dinero ayuda, claro. Pero si no tienes equilibrio, te puede pasar por encima.

Dinero.

Dinero.

Getty Images

Tienes planeado con tu equipo dar formación gratuita en IA a 12 millones de personas. ¿Cómo crees que esto puede impactar en el futuro de los jóvenes?

Formar a 12 millones de jóvenes en inteligencia artificial no es solo un programa educativo, es una decisión política con impacto real. Con el acuerdo entre UDIA y el Parlamento Centroamericano queremos que la IA sea una herramienta de empleabilidad y desarrollo económico, no solo una teoría.

Cuando acercamos la tecnología a quienes más la necesitan, no estamos haciendo promesas, estamos haciendo política que transforma, donde se le dice a los jóvenes que su futuro no depende de dónde nace, sino de las oportunidades que se le ofrecen. Y eso, sin duda, es política que cambia vidas.

El éxito, por pequeño o grande que sea, muchas veces despierta envidias o incomodidades en gente que pensabas cercana

Anas AndaloussiExperto en IA

¿Qué riesgos ves en que muchas personas usen la IA como sustituto de profesionales como psicólogos?

Hoy en día, mucha gente no va al psicólogo. Lo que hacen es hablar con un amigo que, sin formación, toma el rol de psicólogo y les da consejos. Y ahí es donde creo que la IA, en ciertos casos, puede ser incluso mejor opción. Tiene más sentido común que muchas personas, no juzga, está siempre disponible y responde con cierta coherencia. En ese contexto, no creo que sea un problema. De hecho, puede ser una ayuda.

Pero una cosa es eso, y otra muy distinta es pensar que puede sustituir a un profesional. La IA no tiene la capacidad de interpretar un silencio, una mirada, una contradicción emocional. No puede hacer un diagnóstico, ni dar un seguimiento real, ni generar un vínculo humano. Usarla como complemento tiene sentido. Usarla como reemplazo, no.

El mayor riesgo está en confundir una herramienta con una solución profesional. La salud mental no se puede reducir a una conversación con un chatbot. Y banalizar algo tan delicado solo por comodidad o inmediatez puede ser peligroso.

Adolescente escuchando consejos de su psicóloga.

Adolescente escuchando consejos de su psicóloga.

SDI PRODUCTIONS

¿Hay algo con tu vida anterior que eches de menos? ¿Tu relación con tus amigos ha cambiado?

Sí, mi relación con algunos amigos ha cambiado, y eso es algo que con el tiempo aprendes a aceptar. He visto con claridad quiénes estaban por mí y quiénes se alejaron cuando las cosas empezaron a irme bien: el éxito, por pequeño o grande que sea, muchas veces despierta envidias o incomodidades en gente que pensabas cercana. Y aunque duele, también te da perspectiva. Te ayuda a valorar más a quienes sí se quedan, a los que no necesitan entender todo lo que haces para apoyarte igual.

Por otro lado, también he ido encontrando un nuevo círculo de personas, jóvenes como yo, que están construyendo cosas parecidas y con quienes comparto una forma distinta de ver la vida. Aun así, paso gran parte de mi tiempo rodeado de gente mayor que yo, por la naturaleza de mi trabajo. Y eso me ha hecho madurar más rápido, absorber otras formas de pensar y ver el mundo con más perspectiva. Echo de menos cosas de mi vida anterior, claro. Pero también agradezco el proceso en el que estoy.

Creo que hace falta más cultura de emprendimiento, más referentes cercanos y menos miedo a intentarlo

Anas AndaloussiEmpresario

¿Cómo ves los temas de emprendimiento en España? ¿Crees que hay más trabas que en otros países como Francia o Alemania?

En España hay muchas oportunidades para emprender, pero también es verdad que todo podría ser un poco más fácil. Hay trámites, costes y miedos que frenan a mucha gente desde el principio.

Recuerdo cuando fui a la universidad, muchos chavales querían emprender pero lo primero que te decían era: “Es que tengo que pagar impuestos”. Y yo siempre pensaba: ¿pero si todavía no has facturado ni un euro, por qué te preocupas ya por eso? Al final, creo que hace falta más cultura de emprendimiento, más referentes cercanos y menos miedo a intentarlo. Porque ideas hay, talento también… solo hay que darles un entorno donde puedan arrancar sin tantas barreras mentales ni burocráticas.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere emprender, pero no sabe cómo hacerlo?

Que empiece, aunque no sepa si va a funcionar. La mayoría de la gente se queda paralizada esperando tener la idea perfecta o el momento ideal, y ese momento no llega nunca. Emprender es lanzarse, equivocarse rápido, aprender más rápido todavía y rodearse de gente que ya haya pasado por lo mismo. No necesitas ser un genio ni tener contactos: solo empezar, formarte con lo justo y moverte. Lo demás se aprende en el camino.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...