Bogas advierte que “un exceso de regulación puede ser veneno para la red eléctrica”

Resultados financieros 

Endesa cifra en 150 millones el coste de la operación reforzada de REE tras el apagón

Endesa gana 1.711 millones hasta septiembre, un 22% más, y confirma sus previsiones

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Edificio de Endesa en Madrid 

Susana Vera / Reuters

“La diferencia entre la medicina y el veneno es la dosis”. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha tirado de esta cita el médido y alquimista suizo del siglo XVI Paracelso para advertir a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) que un celo excesivo en la regulación puede tener un efecto contrario al deseado “Un exceso de regulación puede convertirse en un veneno para la red eléctrica”, ha advertido.

No es la primera vez el primer ejecutivo de Endesa liga los 4.000 millones de inversiones que contempla el plan estratégico de la compañía para 2027 a una regulación que incentive esas inversiones. Pero durante la conferencia con analistas que ha celebrado este miércoles para presentar los resultados hasta septiembre de la compañía la subido la apuesta.

“Tenemos capacidad adicional de inversión, podríamos destinar aún más recursos si la remuneración regulatoria resulta adecuada. Si obtenemos una rentabilidad razonable, intentaremos aumentar el volumen de inversión en los próximos ejercicios”, ha asegurado

Para su materialización, Bogas ha reconocido que no solo se trata de que la CNMC incremente la tasa de remuneración de las inversiones (TFR) del 6,4% planteada al 7% o 7,5% que quieren las eléctricas. “Lo que necesitamos es transparencia y visibilidad para el conjunto de la legislación, que según Bogas “Es una de las más complicadas de Europa e incluso del mundo. Necesitamos que todas nuestras inversiones van a tener la remuneración adecuada. Esa falta de garantía crea el riesgo de tener los activos inmovilizados” ha advertido.

Incluso ha llegado a plantearse un cambio estratégico y destinar ese capital dispuesto para invertir en la adquisición de activos que sí garanticen la rentabilidad que Endesa quiere dar a sus accionistas y que valorarán si se presentan oportunidades.

Es el resultado de la liquidez que acumula la compañía que entre enero y septiembre ha visto como su beneficio se ha disparado un 22% hasta los 1.711 millones de euros. Un período en que el resultado operativo (Ebitda) se situó en 4.224 millones, un 8,8% más. Mientras que los ingresos alcanzaron los 15.948 millones, lo que supone un crecimiento del 1,2%.

En este entorno de negocio, la compañía confirma sus previsiones financieras para el conjunto del ejercicio, en su rango alto: hasta 5.600 millones de beneficio bruto de explotación (ebitda) y 2.000 millones de resultado neto.

Como no podía ser de otra forma, el apagón de abril ha sido otra de las cuestiones por las que se han interesado los analistas. José Bogas, ha señalado que “Sigue sin estar claro durante cuánto tiempo mantendrá el operador del sistema su operación especial anti-apagones, que supone un sobrecoste relevante para el sistema. Junto a ello, se deberían considerar algunas lecciones aprendidas tras el incidente. El sistema eléctrico español es seguro, pero es necesario actualizar su operación tras producirse cambios estructurales derivados de la presencia dominante de tecnologías renovables”.

Un coste que el director financiero del grupo, Marco Palermo ha cifrado en unos 150 millones de euros para el conjunto del año, tras constatarse que hasta septiembre el impacto ha sido de 120 millones.

Por ello, Bogas asegurado que es “crítico reconsiderar el previsto plan de cierre de la flota nuclear, que se inicia en Almaraz. Esta planta se ha revelado como clave para reforzar la seguridad de suministro debido a su localización en un área geográfica con una gran producción renovable”.

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