La campaña de la Renta de este año comenzará el próximo 2 de abril y se extenderá hasta el 30 de junio, periodo en el que la Agencia Tributaria habilitará la presentación de declaraciones.
Dependiendo del método elegido, los contribuyentes podrán presentar su declaración en distintas fechas. Según el caso el resultado de dicha declaración puede dar un resultado positivo o negativo. ¿Qué significa esto?
Como cada año, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se basa en un sistema progresivo, por lo que el resultado de la declaración puede ser positivo (a pagar) o negativo (a devolver), dependiendo de las retenciones aplicadas y las deducciones fiscales disponibles.
Agencia Tributaria
Si la declaración de la renta resulta a pagar, el contribuyente deberá ingresar la cantidad indicada a Hacienda dentro del plazo establecido. Si el importe es elevado, existe la opción de dividir el pago en dos partes: el 60% se abona al presentar la declaración, mientras que el 40% restante se carga a principios de noviembre.
Un resultado negativo, es decir, a devolver, suele deberse a que durante el año se han realizado retenciones superiores a las necesarias o se han aplicado deducciones fiscales, como las relacionadas con el nacimiento de un hijo, la movilidad geográfica o la compra de una vivienda.



