La respuesta a por qué es necesario contratar un seguro de impago de alquiler cuando alquilas una vivienda es simple: para protegerte ante los inquilinos morosos, los imprevistos y para garantizar una convivencia tranquila y sin preocupaciones.
Aunque contratar un seguro de impago de alquiler no es obligatorio, sí es muy recomendable. No contar con él puede suponer meses de impagos, ya que los plazos para recuperar la vivienda se sitúan, de media, en más de un año. Además, se pueden sumar destrozos en la vivienda u otro tipo de problemas que se pueden solucionar con un seguro.
La cobertura principal del seguro de impago de alquiler es garantizar el pago de la renta en caso de que el inquilino deje de pagar. Además, las pólizas ofrecen una amplia gama de coberturas adicionales, como la asistencia jurídica completa, que protege los derechos del propietario ante cualquier conflicto que pueda surgir durante el periodo de alquiler.
Coste y quién paga el seguro de alquiler
El coste de un seguro de impago de alquiler puede variar, lógicamente, dependiendo de la compañía aseguradora. Normalmente, supone poco más de la mitad de una mensualidad de alquiler, aunque también variará dependiendo de las coberturas que se escojan. Por ejemplo, se pueden garantizar más de 12 meses de adelanto de rentas en caso de impago o cubrir los actos vandálicos al continente y al contenido.
Un seguro evita problemas a los propietarios cuando alquilan su piso.
La póliza se paga una vez al año y es renovable, aunque en algunos casos se podrá ofrecer el pago de forma semestral o trimestral.
Es importante aclarar que el seguro de impago de alquiler debe ser pagado por el propietario, quien será el tomador de la póliza. El inquilino es el riesgo a cubrir en la póliza, y si él fuera el responsable de pagarla, existe el riesgo de que no abone la prima, dejando al propietario sin cobertura en el momento en que más se necesita
¿Por qué contratar un seguro y no un servicio similar?
Contratar un seguro de impago de alquiler presenta varias ventajas significativas frente a servicios similares que puedan ofrecer garantías de pago. En primer lugar, los seguros están regulados por la Ley General de Seguros, lo que aporta una mayor seguridad y fiabilidad. Esto significa que el propietario cuenta con un respaldo jurídico claro y normativas que protegen sus derechos en caso de conflicto.
Además, la póliza de seguro permite desgravar su coste en la Declaración de la Renta, una ventaja fiscal que no se obtiene con servicios similares.
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Cristina González es abogada y Directora de Asistencia Jurídica Telefónica de ARAG. Más información: www.arag.es
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