He tenido que viajar a China, a Shanghái, y a Estados Unidos a Boston. En China celebrábamos los 30 años de nuestra escuela, CEIBS, con un día dedicado al tema y gran cantidad de antiguos alumnos asistiendo. Como su fundador, di algún discurso y sobre todo actos de agradecimiento a profesores, empresarios y antiguos alumnos. Fue una gran satisfacción encontrarme con unos cuantos exalumnos españoles que tras hacer un máster decidieron quedarse a trabajar allí y están teniendo una excelente carrera profesional, buena para ellos y buena para España.
En Boston fui a Harvard y repasé con algunos profesores programas que realizamos conjuntamente con el IESE cada año. También tuve que dar una conferencia. Cuando salía de Harvard o CEIBS iba viendo coches con marcas que también veo cuando salgo del IESE en Barcelona o en Madrid. El hotel en el que estuve en Shanghái era muy parecido al que estuve en Boston. Y de vuelta de Boston, aprovechando todo el día allí, pude coger un vuelo que salía tarde para Barcelona vía Lisboa. Todo muy parecido a otros aeropuertos y volando en business podías esperar en una sala igual que las que hay en Barcelona, Madrid o Shanghái.
El turismo crece a nivel mundial y eso es una gran contribución a la globalización comercial
Vivimos en un mundo cada día más global. Esto lleva a que todo el mundo identifique las mejores soluciones a sus temas y las ponga en sus planes. Pueden ser vehículos, tiendas, hospitales escuelas, aeropuertos, bancos. Cuando hacía mi doctorado en Harvard un profesor nos explicó que si viajábamos a algún país visitásemos un centro comercial en ese país porque lo que concluyésemos analizando ese centro comercial sería una buena idea para estimar la economía en ese país. En este último viaje pude escaparme una vez más y visitar algún centro comercial. Muchas de las tiendas importantes en Europa están también en los centros comerciales chinos y americanos. Tienen los mismos productos, un formato de la tienda prácticamente igual. Y esto es otro claro ejemplo de que la globalización avanza a gran velocidad. El hecho de que el turismo vaya creciendo a nivel mundial es una gran contribución a la globalización comercial. Si un grupo de turistas chinos recorre el Paseo de Gràcia y comentan entre ellos cuestiones relacionadas con las tiendas por las que van pasando, si estas tiendas se establecen también en centros comerciales chinos, probablemente esos chinos las elijan para su compra. Y esto no solo les pasa a los turistas chinos, esto le pasa a cualquier turista.
Está claro, y lo he publicado muchas veces, que las buenas ideas, desde montar la empresa, desarrollarla e incluso venderla, son buenas ideas globales. Lo que va cambiando con la globalización es la velocidad y para mejorarla, disponer de una buena estrategia que incluya las tecnologías de que disponemos para ir adaptando esa estrategia al cambiante mundo global. Los buenos emprendedores han de estar al día en temas tecnológicos, financieros, económicos, y ser capaces de motivar y retener a un buen equipo de personas.