La industria española de defensa alcanzó cifras históricas durante el año pasado. El aumento del gasto promovido por el Gobierno en pleno momento constituyente del sector provocó que las empresas del sector alcanzaran una facturación conjunta de 16.153 millones, superando el récord del 2019, que fue de 14.101 millones, según un informe de la patronal Tedae encargado a la consultora PwC que se ha presentado este lunes. Indra, Airbus, Navantia, Santa Bárbara, Sapa… las compañías nacionales afrontan una nueva edad dorada pendientes de la próxima adjudicación de concesiones y préstamos por parte de los ministerios de Defensa e Industria.
El informe certifica también que la industria de defensa empleó el año pasado a 75.281 trabajadores, una cifra también histórica. La fuerza laboral, no obstante, se encuentra repartida por el territorio peninsular de forma desigual, existiendo tres grandes polos: Madrid, Andalucía y Euskadi. El estudio de PwC estima que el sector generó 260.049 puestos de trabajo, entre director e indirectos, con una productividad media de 125.600 euros por empleado, un 57% superior al promedio industrial.
Madrid, en concreto, es el epicentro de la industria militar española, generando el 53% de la facturación de todas las empresas del sector, un total de 8.548 millones. Le sigue Andalucía, con 3.044 millones (19%) y Euskadi 1.324 millones (8%). En Catalunya, la facturación de esta industria es mínima: apenas 189 millones, menos del 1% del global.
El informe de PwC también estima que la industria de defensa generó durante el 2024 un impacto económico de 21.919 millones, lo que representa el 1,4% del PIB, y aportó el 12,9% del PIB industrial.
Una de las claves del crecimiento de la industria de defensa española durante el año pasado estuvo en la exportación, que rozó los 10.000 millones. Seis de cada diez euros de la facturación de las empresas del sector provino de exportaciones. Los principales destinos de estas exportaciones fue Europa (72%), Asia (11%) y Estados Unidos (8%). Las ventas en el extranjero permitieron alcanzar un superávit comercial de 5.554 millones, contribuyendo a reducir el déficit comercial español en un 12,1%. En el terreno fiscal, la industria de defensa y seguridad aportó 7.399 millones a las arcas públicas.