El Banco Central Europeo deja el precio del dinero en el 2% ante la resiliencia de la eurozona

Reunión de politica monetaria

La zona euro impulsa su crecimiento en el segundo trimestre con un repunte del 0,2%: Lagarde cree que no se necesitan más estímulos

Christine Lagarde visitando un mercado en Florencia (Italia)

Christine Lagarde visitando un mercado en Florencia (Italia)

DIRK CLAUS/ECB / Europa Press

El Banco Central Europeo (BCE) no se mueve. Ha dejado los tipos de interés de depósito sin variaciones en el 2%. Todo queda igual, tal como esperaban la mayoría de los analistas. El actual cuadro económico de la eurozona no precisa ulteriores estímulos, mientras que la inflación parece bajo control. Un equilibrio que en Frankfurt consideran suficiente. 

El BCE se encuentra en un buen lugar, haremos lo que haga falta para mantenernos en este lugar”

Staff WriterPresidenta del BCE

La presidenta Christine Lagarde, dijo este jueves que la entidad “está en un buen lugar, que no es inamovible” y que harán todo lo necesario para asegurar que están en un buen lugar para afrontar la situación económica actual.

En su posterior rueda de prensa, la francesa subrayó que los riesgos que contemplaba la institución se están disipando: hay un alto en fuego en Oriente Medio; se ha alcanzado un acuerdo comercial entre la UE y EE.UU. Que proporciona seguridad jurídica y un posible pacto que desbloquee el suministro de las tierras raras chinas. 

“La economía ha seguido creciendo pese al difícil entorno internacional. El vigor del mercado de trabajo, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de los tipos de interés aprobadas por el Consejo de Gobierno continúan siendo factores que contribuyen de forma importante a la resiliencia”, explica el BCE. Traducción: no hace falta echar más liquidez en el sistema. 

En cuanto a la subida de los precios, que representa el parámetro oficial del Banco Central Europeo, no parece dar muestras de preocupación. “La inflación continúa en niveles próximos al objetivo del 2 % a medio plazo y la evaluación por el Consejo de Gobierno de las perspectivas  prácticamente no ha variado”. Otra traducción: los tipos de interés son suficientemente equilibrados en el 2%  para evitar que se produzca un calentamiento de la inflación. 

!Por muchas preguntas que le hicieran a Lagarde en la rueda de prensa, el crecimiento económico y el nivel de inflación actual no le inquietan. Debe de haber sido la reunión más cómoda que se recuerda en mucho tiempo. El BCE vive tranquilo en el escenario “Goldilocks”, con la inflación totalmente controlada. Económicamente, la debilidad transitoria derivada de los aranceles estadounidenses se verá compensada por el estímulo fiscal alemán”, comentaba Miguel Ángel Rico, director de inversiones de Creand Asset Management.

“Es verdad que los últimos meses han sido decepcionantes para la economía europea, pero está lejos de colapsar. Se espera que el estancamiento del crecimiento económico se transforme en una reaceleración a finales de año, gracias al tan esperado gasto fiscal de países históricamente frugales”, decía Kevin Thozet, miembros del comité de inversiones de Carmignac. 

Las posibles incógnitas proceden de una posible ruptura de las cadenas de suministro, con la carencia de chips sobre la mesa

De hecho, los últimos datos del jueves indican una cierta mejora. La economía de la zona euro se expandió más de lo previsto, mostrando resiliencia frente a los mayores aranceles estadounidenses, con Francia registrando su mayor crecimiento en más de dos años. El producto interior bruto del tercer trimestre aumentó un 0,2% con respecto a los tres meses anteriores, frente al 0,1% del segundo trimestre, informó Eurostat el jueves. Los analistas encuestados por Bloomberg habían estimado otro avance del 0,1%.

“El ciclo de recortes de tipos del BCE parece haber llegado a su fin, al menos de momento, dada la solidez de la actividad empresarial y el aumento de la inflación. Por fin hemos recibido buenas noticias en el ámbito político europeo este mes. El Gobierno francés no se ha colapsado. A zona euro también está mostrando signos de mayor dinamismo económico. El PMI de octubre sorprendió al alza, habiendo subido el índice compuesto a su nivel más alto de los últimos diecisiete meses (52,2). Esto es una muestra de gran resiliencia”, confirman los analistas de la fintech Ebury en una nota. 

¿Queda alguna incertidumbre en el horizonte? Sí. Lagarde menciona algunos. El principal es la formación de un posible cuello de botella en los suministros, una clara referencia a la actual  carencia de semiconductores (y de tierras raras), componentes esenciales para la automoción europea, cuyo sector ya ha tenido que anunciar interrupción de la producción. Falta por saber el impacto que esta situación tendrá en las próximas semanas. 

Otras incógnitas son las posibles turbulencias financieras (no hay que olvidar la sombra de burbuja que planea en los mercados bursátiles) y el leve repunte de la inflación de los servicios, precisamente debido al dinamismo que procede de la digitalización de los negocios y de la adopción de la Inteligencia Artificial. 

El eventual recorte (si es que toca) parece que se aplaza para el 2026. Uno de los motivos sería también evitar que la fortaleza del euro penalice en exceso las exportaciones europeas. “De cara al próximo año, es probable que la puerta esté más abierta a otra bajada que a una subida. Las previsiones consensuadas de inflación apuntan a que el IPC de la zona euro se situará por debajo del objetivo en el primer semestre de 2026 debido a los efectos de base, impulsados principalmente por la energía. Si esto se produce junto con un entorno interno o externo más débil, o un euro más fuerte, en el segundo semestre de 2026 los precios podrían bajar aún más, momento en el que el BCE tendría margen para volver a recortar los tipos de interés oficiales”, escriben los analistas de Columbia Threadneedle. 

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