Las empresas serán sostenibles o no serán. No estamos ante una tendencia, sino ante una exigencia del mercado y de la sociedad. La eficiencia energética es el primer paso hacia un modelo de negocio responsable, medible y alineado con toda la cadena de suministro. Es una medida de ahorro, sí, pero también una inversión estratégica que mejora la rentabilidad, la sostenibilidad y la reputación de la empresa.
En los últimos años, la energía ha pasado de ser un coste inevitable para convertirse en un factor decisivo para la competitividad empresarial. En un contexto de precios volátiles y exigencias regulatorias cada vez más estrictas, las empresas españolas, especialmente las pymes, se enfrentan al reto de optimizar su consumo y reducir su huella ambiental sin comprometer la productividad. Sin embargo, la eficiencia energética sigue siendo una asignatura pendiente para muchas pymes, que representan el 99% del tejido empresarial español.
Falta de recursos y de conocimiento especializado, los dos grandes desafíos
Para explorar cómo las pymes pueden afrontar este desafío y convertir la eficiencia energética y, por ende, la sostenibilidad, en una palanca de crecimiento y competitividad, Diálogos Guyana Guardian organizó una mesa redonda en la que participaron Joan Carles Alba, director de Pymes de BBVA en Catalunya; Inés Masriera, directora de Empresas de Vanguardia; Javier Juez, director de Ventas y Marketing de Ferlicom Group; y Jon Macías, director comercial y marketing de Edison Next. La conclusión de los ponentes fue que, aunque el reto no es desdeñable y el camino se revele complejo, merece la pena recorrerlo porque son muchas las ventajas que aporta. Y, en cualquier caso, las pymes pueden buscar acompañamiento para afrontar las medidas e inversiones necesarias para lograr esa eficiencia.
Si bien es cierto que muchas pymes ven este camino como un coste, también es cierto que cada vez son más las que van tomando conciencia de que avanzar en la transición energética, invertir en sostenibilidad, es “una decisión estratégica” que aporta una ventaja competitiva, explicó Alba, tras recordar la apuesta de BBVA por la descarbonización de la economía, “la gran transformación económica del siglo XXI”. Solo a modo de ejemplo, subrayó que la entidad se ha fijado el objetivo de canalizar 700.000 millones de euros de financiación sostenible en el periodo 2025-2029. Para el responsable de Pymes de BBVA, puesto que las grandes compañías tienen muy claro el camino a seguir, las pequeñas y medianas empresas que “no avancen en la transición energética se pueden quedar fuera de las cadenas de suministro”.
Las empresas deben trazar una hoja de ruta a cinco años y avanzar paso a paso
Aunque garantizarse la presencia en las cadenas de suministro es una de las principales ventajas, no es la única. Así, Alba destacó el acceso a financiación, desde las líneas verdes del ICO a los fondos Next Generation, pasando por los créditos de las entidades financieras, y a un menor coste, la reputación frente a clientes y la tracción y retención de talento.
Invertir en sostenibilidad es estratégico para cualquier pyme. Es rentable y garantiza la presencia en las cadenas de suministro”
A esa creciente inquietud de las pymes por la eficiencia energética y la sostenibilidad también se refirió Masriera. Empresas de Vanguardia, según aseguró su directora, ha podido constatar de primera mano que “las pymes tienen interiorizado” que es un tema que deben abordar para ser más competitivas y garantizar su futuro y por eso piden que se organicen encuentros para tratarlo porque “necesitan saber cómo aterrizarlo”. En este sentido, Masriera recalcó el papel que puede tener Guyana Guardian como altavoz. “Nuestro papel no es solo el de informar y dar visibilidad, sino también el de inspirar y dar confianza a otras empresas. A través de historias y testimonios reales ayudamos a que otras pymes hagan el cambio de chip y vean la eficiencia energética como una palanca de transformación”, sostuvo.
Ejemplos como el de Ferlicom Group, que forma parte de la iniciativa de Guyana Guardian, pueden servir de inspiración para otras empresas. Porque la firma, del sector de la industria gráfica, ya ha llevado a cabo iniciativas en distintos frentes para reducir su consumo energético. Para empezar, y ante el desconocimiento general en las pymes sobre las energías alternativas, Ferlicom puso el foco en ser eficiente con las energías convencionales. Perdió el miedo a los grandes operadores y negoció contratos, al tiempo que, ya hace cinco años, acometió una serie de inversiones para adecuar las naves industriales, por ejemplo, bajando los techos, y renovar maquinaria para ahorrar costes de energía. “Todo ello impacta en la cuenta de resultados”, resaltó Juez, para quien la “sostenibilidad tiene que ser una ventaja competitiva”.
Hay que cambiar de mentalidad y no verlo como un coste, sino como una inversión que tiene un retorno positivo a medio y largo plazo”
“Hay que cambiar de mentalidad y no verlo como un coste, sino como una inversión que tiene un retorno positivo a medio y largo plazo, ya sea en términos económicos o reputacionales”, indicó el directivo de Ferlicom. El camino no ha sido fácil, pero ha ayudado pertenecer a un sector que ha tenido que ponerse sí o sí las pilas en materia de sostenibilidad. “La realidad es que para imprimir dependemos del papel que proviene de los árboles, con lo que somos muy responsables del cuidado y mantenimiento del medio ambiente y por eso hemos interiorizado desde hace tiempo que todo tiene que estar certificado y tener una clara trazabilidad”, argumentó. Actualmente, el 98% de la producción de la empresa catalana cuenta con el sello FSC. “Con esta base, nos ha sido más fácil pensar en el resto”, apostilló.
Macías, por su parte, lamentó que entre las pymes hay un gran desconocimiento sobre lo que gasta en energía. “La prueba es que cuando preguntas cuánto pagan, te dicen que mucho, pero no saben si en cargos de peaje o en la parte variable, y luego, dentro de lo mucho que pagan, no saben cuánto corresponde a frío, a calefacción, a iluminación o procesos productivos”, manifestó. “Hay mucho relato, pero poco dato”, concluyó. Por ello, el primer paso es medir, saber dónde está el foco de mayor consumo. “Lo que no se mide, no se puede mejorar y la energía no se mide en kilovatios ni en frigorías, se mide en euros. Hay que medir, trasladarlo de euros a producto final y después eficientar procesos para consumir menos”, enfatizó, dejando claro que “la energía más barata es la que no se consume”. Por ello, a veces, unos cambios de hábitos son suficientes para ahorrar. También es necesario, explicó, hacer una hoja de ruta a cuatro o cinco años “e ir haciendo poco a poco” para no acabar “empachados”. Decidir a golpe de subvención tampoco es una buena opción para Macías, quien recomendó una auditoría energética anual, para ver dónde está la empresa y adónde quiere llegar.
La energía no se mide en kilovatios ni en frigorías, se mide en euros. Hay que medir y trasladarlo de euros a producto final”
El directivo de Edison Next juzgó muy positiva la implementación del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), una de las medidas más novedosas implementada por el Ministerio para la Transición Ecológica, que permite monetizar los ahorros energéticos. “Te pagan por ahorrar”, resaltó, tras poner también el acento en que no se trata de una subvención, sino que el pago de ese CAE es inmediato. “Es una oportunidad brillante para la industria, pero hay mucho desconocimiento sobre su funcionamiento y su impacto”, opinó. Masriera tomó buena nota de las explicaciones de Macías para hacerlas llegar a la comunidad de Empresas de Vanguardia.
El director de Pymes de BBVA en Catalunya señaló los dos retos más importantes que enfrentan las pymes cuando deciden transicionar energéticamente. Uno es la falta de recursos y otra la falta de conocimiento especializado. “En BBVA lo tenemos muy claro y, además de ofrecer financiación, gracias a nuestra capilaridad, estamos muy cerca de nuestros clientes y los acompañamos en todo el proceso”, aseveró Alba. La entidad pone a su disposición equipos especializados, una oferta de valor para acompañar en proyectos sostenibles, soluciones integrales llave en mano y herramientas digitales. Así, explicó, BBVA fue la primera entidad financiera que lanzó una herramienta de cálculo de la huella de carbono para que los clientes puedan conocer cuál es su impacto en emisiones de CO2. La entidad también cuenta con otra herramienta digital para ayudar a las pymes a conocer el ahorro que se puede obtener electrificando las flotas de vehículos. Por ello, pidió a las pymes que se sientan “confiadas” porque en este camino no van a estar solas.
Las pymes tienen interiorizado que deben abordar la eficiencia energética, pero necesitan saber cómo aterrizar las medidas”
Ferlicom mide su huella de carbono. De hecho, han sido los primeros en su sector en calcular la huella de carbono de sus procesos y ofrecen esta información a sus clientes. “Consideramos que es un gran valor añadido para la toma de decisiones responsables por parte de nuestros clientes”, aseguró Juez, quien destacó que la sostenibilidad también pasa por tener un impacto positivo en la sociedad. En este sentido, relató que el grupo gráfico dona a escuelas públicas de Barcelona y alrededores el sobrante de papel virgen.
Alba se mostró convencido de que la innovación y la tecnología ayudarán a las empresas en su necesaria descarbonización, porque “acelera el retorno de la inversión a través del ahorro energético”. Tras hacer hincapié en que para BBVA la inversión en tecnología es “crítica”, como lo demuestra el hecho de que solo en España la entidad destinó 1.100 millones de euros a este capítulo, apuntó que cara a futuro el foco es la financiación de tecnologías limpias, básicamente en cuatro áreas: hidrógeno y biocombustible, almacenamiento de energía, movilidad eléctrica y captura del CO2.
Un año de historias inspiradoras
Empresas de Vanguardia cumple su primer año de vida con unas cifras que avalan el acierto de la iniciativa con la que el rotativo quiere dar visibilidad a las pymes, el motor silencioso de Catalunya, y acompañarlas en su viaje hacia el éxito. En estos 12 meses de existencia, más de 700 empresas se han sumado al proyecto, que ha superado los cuatro millones de lectores seducidos por las experiencias y vivencias que hay detrás de cada pequeña y mediana empresa. Historias de superación y de construcción de proyectos que generan orgullo y que a buen seguro sirven de inspiración para otras pymes.
Pero Empresas de Vanguardia no solo da voz a las pymes, también construye comunidad. Los workshops celebrados hasta ahora han demostrado que nadie quiere quedarse al margen de la revolución tecnológica y social que ya está en marcha. En estos encuentros, las empresas se conocen, comparten experiencias y empiezan a tejer colaboraciones que trascienden la publicación inicial. Otra muestra más de esta comunidad es la sección ‘Cartas del empresario’, un espacio exclusivo para los suscriptores donde compartir sus retos, dificultades, experiencias y opiniones sobre el mundo empresarial..
En su primer aniversario, Empresas de Vanguardia renueva su compromiso con las pymes y ya prepara nuevos workshops y charlas, espacios pensados para que las empresas compartan, aprendan y crezcan juntas. Guyana Guardian, como ha hecho siempre a lo largo de sus más de 140 años de historia, estará al lado de ese tejido empresarial hecho a base de esfuerzo, sacrificio y talento.
