El SMI, el caballo ganador de Yolanda Díaz

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El salto espectacular que ha dado el SMI en los últimos siete años lo está acercando a convertirse en el salario más frecuente en España, pero tiene un efecto arrastre limitado para hacer subir el resto de sueldos, con el riesgo de que profesionales calificados queden atrapados en una remuneración destinada a trabajadores sin preparación o experiencia. Son puntos débiles de un caballo ganador.

Caballos

El gran salto del salario mínimo en los últimos siete años                           

EFE

El puzle del aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) el próximo año ya tiene todas las piezas colocadas encima de la mesa y solo falta encajarlas. Un ejercicio difícil, que arranca mañana en la mesa de diálogo social, pero con final más o menos previsible, aunque siempre caben las sorpresas (para evitar el spoiler, lo contamos al final). Las piezas ya preparadas son el informe de los expertos, presentado el viernes, con sus dos cifras, un aumento del 3,1% si queda exento de tributar y un 4,7% si acaba sometido al IRPF; la disposición de Hacienda a ampliar de nuevo la deducción del IRPF para adaptarla a la nueva subida y evitar que los perceptores del SMI tributen; la tramitación por separado de la limitación de la absorción de pluses con el salario mínimo; y el discurso florido de Yolanda Díaz, afirmando que “a España le sienta muy bien el SMI”.

Como aliño se le puede añadir el roce en la comisión de expertos, con los representantes de Hacienda y Economía discrepando del método utilizado. Comparado con otros rifirrafes ministeriales anteriores, esta vez ha sido manejable. Discurso florido de Díaz porque la ministra sabe que siempre puede confiar en el SMI. Es el caballo ganador de Díaz, y ahora ya lo está azuzando para saltar un nuevo obstáculo y con una barrera adicional, la prohibición de la absorción de los pluses que acabará probablemente en los tribunales.

Caballo ganador porque el SMI da resultados. “Caballo ganador”, como el título de un documental que en el 2016 ganó el premio del público en el festival de Sundance, donde se cuenta la historia real de “Dream Alliance”, un caballo descendiente de una yegua que jamás había ganado una carrera, al que los habitantes de un pequeño pueblo minero de Gales invierten el poco dinero que les queda para convertirlo, para sorpresa de todos, en un ganador sorprendente. La apuesta de los mineros salió bastante bien. Aquel SMI del 2018, de solo 735 euros al mes, también podía parecer otro “Dream Alliance”, sin pedigrí ni perspectivas, pero que en cambio, en solo siete años ha galopado hasta colocarse en 1.184 euros mensuales. Aquel SMI más o menos ignorado del 2018 es ahora un factor determinante en la economía, con cada vez más peso y que, como sus defensores argumentan, ya nadie cuestiona.

El cartel del documental

El cartel del documental “Caballo ganador”, premio del público en el Festival de Sundance el 2016

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Gana carreras porque consigue acercarse al objetivo del 60% del salario mínimo y se ha hecho sin los efectos catastróficos de pérdida de empleo que se pronosticaban. En esto hay consenso ahora mismo. Este impacto negativo no es significativo, aunque habrá que seguir analizándolo a medida que el nivel del salario mínimo sea cada vez más elevado, con lo que el riesgo será mayor. La Airef señalaba en septiembre que los sucesivos incrementos habían provocado solo una ligera pérdida del empleo potencial, y que incluso esta quedaría anulada si se incluyen los efectos indirectos del aumento del salario, y por tanto de la renta y la capacidad de consumo.

“Si lo subes por encima de la inflación, subes el coste relativo de la contratación de estos trabajadores y puede haber efecto negativo en los trabajadores jóvenes y con menor educación, aunque después puede ser compensado por el aumento de la capacidad de compra”, explica Manuel Hidalgo, economista de EsadeECPol y de la Universidad Pablo de Olavide.

El SMI, que ya se acerca a convertirse en el salario más frecuente, tiene un efecto limitado para subir el resto de sueldos, con el riesgo de que trabajadores cualificados queden atrapados en esta franja

El salario más frecuente ya está en el entorno del SMI

El salario más frecuente ya está en el entorno del SMI

Lo que si han supuesto las subidas consecutivas es que el salario más frecuente en España ya se sitúa en el entorno del SMI El porcentaje de trabajadores que lo recibían en el 2023 ya era del 7,4%, y si se amplía un poco el foco, y contemplamos los trabajadores con bases de cotización hasta el 125% del SMI, ya suponen el 22,8% del total. Son cifras que ilustran el peso creciente del SMI en el mercado laboral.

Y esto tiene sus derivadas. Se ha producido una concentración de trabajadores en una estrecha banda salarial en el entorno del SMI, lo que conlleva un riesgo. Que personas experimentadas o con cualificación media queden en esta zona, cuando no les tocaría. En principio, el salario mínimo debería ser la referencia solo para trabajadores sin cualificación o sin experiencia. Es un riesgo del que avisa la comisión de expertos del SMI en su último informe.

Precisamente, esta aglomeración en torno al SMI muestra los obstáculos que encuentran los aumentos en este salario para transmitirse a lo largo de la estructura salarial. Es decir, para desarrollar un efecto de empuje hacia arriba. Es cierto que sus incrementos se extienden más allá de los perceptores directos, pero este efecto arrastre va perdiendo fuerza a media que se asciende en la escala salarial. Las causas de esta limitada transmisión hacia arriba son la existencia de segmentos de trabajadores más precarios, la utilización de estudiantes en prácticas que actúan como competencia a la baja y también que, en ocasiones, el trabajador tiene el salario determinado por una empresa, aunque su actividad se desarrolle en un sector distinto.

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Fotograma de la película “El golpe”                                                           

En la carrera del 2026, decíamos que ya solo queda encajar las piezas del puzle y prometíamos aventurar un posible desenlace, nuestra particular apuesta hípica. Tal como están las cosas, con la CEOE echada al monte, los sindicatos receptivos, aunque no del todo satisfechos, y Hacienda dispuesta a repetir la operación del ejercicio anterior, un desenlace muy posible sería un aumento del 3,1%, con actualización de la deducción para que no pague el IRPF. Es la cifra que plantean los expertos y en ocasiones anteriores se los ha tenido muy en cuenta. Además, supone superar el nivel de inflación, pero moderadamente.

Podemos completar la profecía con una prohibición de la absorción de pluses, que se tramita de forma separada, contra la que la patronal interpondrá un recurso judicial. Es un pronóstico aplicando la lógica a los hechos conocidos hasta el momento y tomando la temperatura a los actores principales, y que, por supuesto, no tiene ninguna garantía de acierto. Es como apostar a las carreras. Y aquí no tenemos el montaje espectacular que organizaron Robert Redford y Paul Newman en la magnífica película “El golpe”, en aquel caso para perpetrar una venganza a través de las apuestas a los caballos.

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