El organismo regulador británico de organizaciones benéficas (The Charity Commission), que registra y regula las organizaciones benéficas en Inglaterra y Gales para garantizar que el público pueda apoyar a las organizaciones con confianza, ha abierto una investigación sobre la fundación Sentebale, cofundada por el príncipe Enrique y el príncipe Seeiso de Lesotho, una semana después de que el duque de Sussex y otros fideicomisarios renunciaran a sus cargos en la oenegé debido a una disputa con la presidenta del consejo de administración, Sophie Chandauka.
Sentebale, que brinda apoyo a jóvenes en Botsuana y Lesoto que padecen VIH, se vio envuelta en la polémica desde que el hijo de Carlos III se desvinculó de ella como benefactor el 26 de marzo, alegando que la relación entre la junta directiva y su presidenta era insalvable. Posteriormente, Chandauka acusó al príncipe en una entrevista televisada en Sky News de orquestar una campaña de acoso e intimidación para intentar forzar su salida.

Nacho Figueras, Sophie Chandauka, el príncipe Enrique y Richard Miller.
“El objetivo del organismo regulador, de acuerdo con su marco legal, será determinar si los fideicomisarios actuales y anteriores de la organización benéfica, incluida su presidenta, han cumplido con sus deberes y responsabilidades según la ley de organizaciones benéficas”, ha declarado la comisión en un comunicado este jueves sobre la oenegé que cofundó Enrique hace casi 20 años en memoria de su difunta madre, la princesa Diana.
Tras conocerse el inicio de la investigación, el príncipe británico ha comentado la amarga batalla en la junta directiva por el control de Sentebale y ha declarado que espera que la comisión descubra “la verdad”. “Lo que ha ocurrido durante la última semana ha sido desgarrador, especialmente cuando mentiras tan flagrantes perjudican a quienes han invertido décadas en este objetivo común. Nadie sufre más que los beneficiarios de Sentebale”, asegura en su comunicado.
Chandauka lanzó graves acusaciones el domingo durante la entrevista acusando al príncipe de “arrogante” y citando la oenegé como “proyecto vanidoso”. Chandauka ya había sido noticia por protagonizar un pequeño malentendido que algunos elevaron a pelea con la esposa de Enrique, Meghan Markle, durante un acto público que podría haber sido el desencadenante del distanciamiento entre los Sussex y la presidenta de Sentebale.
Un instante de tirantez entre Markle y Chandauka durante el Royal Salute Polo Challenge en Wellington, Florida, en abril del 2024 se hizo viral por ambas dudar cómo debían de colocarse para posar en una fotografía y hubo críticas a Meghan Markle por no ser del todo cortés con Chandauka. Según aseguró esta semana The Telegraph, Enrique le pidió tras ese episodio a Chandauka que “emitiera algún tipo de declaración de apoyo” a Meghan para disipar cualquier rumor de tensión entre ellos, y ella descartó hacerlo al encontrar los mensajes del príncipe “desagradables” y en un tono “arrogante”.
No es el primer colaborador de los duques de Sussex que denuncia acoso. Antes de su entrevista con Oprah Winfrey en el 2021, The Times publicó una información asegurando que varios trabajadores del palacio de Kensington oficializaron quejas en 2018 por el bullying que presuntamente recibían por parte de la duquesa de Sussex. Tras ello Buckingham anunció que se iban a investigar, pero todo quedó en papel mojado.
En este sentido, un reciente artículo en profundidad de Vanity Fair sobre la pareja abordó la controversia permanente que dibuja a Markle como una “matona insoportablemente demandante”. Varios de los testimonios que han trabajado con ella ratifican la dificultad de trato cuando las cosas no salen como la pareja quiere e incluso algunos excolaboradores han necesitado “terapia prolongada” tras el comportamiento de la duquesa “como una adolescente a lo Chicas malas” enfrascada en el revanchismo “con personas muy por debajo de su estatus”.