Tras visitar la isla de Mallorca durante la Semana Santa en lo que pareció ser un viaje de reconciliación con su pareja, Bianca Censori, Kanye West vuelve a generar polémicas en X (antes Twitter). Este martes el rapero exmarido de Kim Kardashian ha publicado un controvertido tuit en la línea del antisemitismo, un delirio en el que lleva inmerso algunos meses. “Amo a algunos judíos y amo a Hitler”, ha tuiteado.
Según declaró a la revista People en el 2020 una fuente cercana al cantante, este sufre episodios maníacos y depresivos relacionados con un trastorno de bipolaridad. El pasado mes de febrero, West reveló en una entrevista del podcast The Download que ha dejado de tomar la medicación para la bipolaridad porque “gracias a Censori” había descubierto que en realidad es autista. “No quiero que bloqueen mi creatividad”, asegura ahora sobre las pastillas.
En otro tuit esta semana, el cantante ha revelado que su nuevo tema Cousins está inspirada en su historia y la de un familiar: “Trata sobre mi primo, que está en la cárcel condenado a cadena perpetua por matar a una mujer embarazada, unos años después de que le dijera que ya no íbamos a mirar revistas sucias juntos”. “Mi nombre es Ye y le hice sexo oral a mi primo hasta que tenía 14 años”, empezaba contando. En el videoclip aparecen imágenes caseras, armas de fuego y referencias a la adolescencia.
El pasado viernes West y su pareja fueron vistos durante una cena en el India Restaurant de Cala d'Or (Santanyí). Según el Diario de Mallorca, la pareja acudió al local acompañada por un amigo, que es asiduo en el establecimiento, y con varios guardaespaldas de su equipo de seguridad. Pese a las polémicas que levanta el famoso rapero estadounidense por cada uno de sus movimientos y performances en las redes sociales, el Viernes Santo en Santanyí “fueron muy amables, no desataron la locura. Fue una cena muy normal”, relata el propietario al citado medio.
Lee tambiénKanye West y Bianca Censori se reconcilian de cena en Mallorca
La espiral de autodestrucción en la que parece estar sumido West desde hace algunos meses ha resultado en la pérdida de gran parte de su equipo. Hace unoas semanas, Gosha Rubchinskiy, el jefe de diseño de Yeezy, anunció sin hacer referencia a las polémicas que dejaba la compañía en busca de otros proyectos. Renunció el mismo día que el exmarido de Kim Kardashian sacó una colaboración con la marca de Sean ‘Diddy’ Combs para recaudar fondos para su defensa mientras pedía al presidente Donald Trump que indultase. La agencia de talentos 33 & West, de la que era socio, también quiso mantenerse al margen del artista en esta deriva de delirios.