La nueva vida de Pedro Oliva (‘Gran Hermano 4’) a los 56 años, de su separación de Inma al problema de salud que afronta: “He ido a trabajar dos años con muletas”

Fuera del foco

El aragonés ganó la cuarta edición del 'reality' de Telecinco, donde se enamoró de una de sus compañeras, con quien terminó casándose y siendo padre de una niña, pero diecisiete años después pusieron fin a su matrimonio

Pedro Oliva, ganador de 'Gran Hermano 4'.

Pedro Oliva, ganador de 'Gran Hermano 4'.

Telecinco

En el otoño de 2002, y tan solo unos meses después del final de su tercera edición, Gran Hermano estrenó su cuarta temporada en España. Eso sí, aunque había pasado poco tiempo, había una gran diferencia. El regreso del formato a Telecinco valió para recuperar uno de los grandes valores de los dos primeros años. Mercedes Milá volvía a ser la presentadora, tras haber quedado apartada del espacio y ser substituida por Pepe Navarro.

De la mano de la catalana, presente en las galas desde plató, aterrizaron doce valientes en la casa de Guadalix de la Sierra. Todos dispuestos a participar de la vida en directo y de hacer todo lo posible por llevarse el codiciado maletín con los 300.000 euros del premio. Solo uno lo logró. Pedro Oliva, natural de Zaragoza y de entonces 33 años de edad, se ganó el favor de la audiencia. Eso y un amor con su compañera Inma González que dio para mucho. Tanto como para casarse y ser padres. No obstante, su vida 23 años después es bien distinta.

Una inesperada separación

Al lado de Inma desde que salieron de la casa y hasta 2019

Cabe destacar que el aragonés no es la excepción. Su carisma y el cariño que le tenía a sus ovejas fueron factores determinantes para que el público se encariñase de él. De ahí que, durante un tiempo y antes de regresar a la discreción que le ha dado quedarse segundo plano, fue uno de los rostros estrella de Mediaset. Hasta el punto de participar en otro tantos programas, incluido Supervivientes, el otro reality de éxito del grupo, en el 2007.

De allí no salió tan bien parado como en GH y se tuvo que conformar con el título de segundo expulsado de la edición. Eso sí, en el poco tiempo que pasó en la aventura dio momentos para el recuerdo, como su accidentado salto del helicóptero, así como contó de principio a fin con el apoyo de Inma. Porque sí, por entonces seguían juntos. De hecho, ya eran marido y mujer, dado que pasaron por el altar en 2004 en la localidad gaditana de Benalup-Casas Viejas.

Inma y Pedro el día de su boda en 2004.

Inma y Pedro el día de su boda en 2004.

Telecinco

Juntos formaban una de esas parejas de cuento, con el añadido de que los televidentes los habían visto enamorarse mientras estaban siendo grabados durante las 24 horas del día. Saber que su amor era tan verdadero como para haber entonado el ‘sí, quiero’ y ser padres de una hija que ya es mayor de edad, se convirtió la mejor forma de avalar que en el programa podían surgir romances con perspectiva de futuro. Quizás por eso resultó tan llamativo que, en 2019, viese la luz que se habían separado.

Durante su enfermedad

Sin previsión de volver, pero apoyándose en los momentos más difíciles

En ningún caso implica lo anterior que Pedro e Inma no tengan buena relación en la actualidad. Basta con echar un vistazo a las declaraciones que ella ofreció recientemente a la revista Lecturas. “Nos llevamos genial, seguimos viviendo juntos”, revelaba la ‘gran hermana’. “Como nunca hemos tenido un problema fuerte ni una traición, pues al final le dije que había habitaciones suficientes para tener cada uno la suya”, expresó él poco después, también para el citado medio.

Puede resultar curioso a sabiendas de que, tal y como él apuntaba, “las puertas están cerradas” para volver a ser pareja, pero la decisión de continuar bajo el mismo techo tiene mucho que ver con los problemas de salud con los que convive el ganador de GH4 y de los que también habló abiertamente: “Nací con la herencia de los pies planos, como mi madre y mi abuela (…). Comencé con espolones y eso me llevó a cargarme un tendón importante y por eso me operaron de un tobillo y se me irradió en la rodilla”.

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Inma y Pedro en una imagen de archivo.

Terceros

“Fue un cúmulo de cosas. Ha sido un drama porque llevo con esto más de tres años y medio, aunque he ido a trabajar durante dos años con muletas. Te limita mucho”, proseguía relatando, para después señalar que está a la espera de otra intervención quirúrgica. Un duro proceso que ha compaginado con su trabajo de siempre en la Diputación Provincial, y en el que Inma ha sido un apoyo clave para salir adelante. “Ha estado limitado y lo he estado cuidando, estamos de maravilla”, decía ella al respecto.

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