La ausencia imprevista de Catalina de Gales hace unas semanas en las carreras de Ascot hizo saltar todas las alarmas sobre su estado de salud. Este miércoles la princesa ha reaparecido en el hospital de Colchester, en Essex, donde ha visitado el Wellbeing Garden de la RHS, un espacio inaugurado hace un año diseñado como refugio de paz para el personal sanitario, pacientes y visitantes del centro.
Allí, Kate Middleton ha aprovechado para sincerarse sobre el cáncer que le fue diagnosticado el año pasado. Describe como una “montaña rusa”, las sensaciones vividas tras finalizar el tratamiento activo contra el cáncer y reconoció que la “nueva normalidad” a la que tuvo que enfrentarse no fue fácil.

Una sonriente Catalina de Gales durante una visita al Wellbeing Garden en el hospital de Colchester, en Essex
“Tienes que encontrar tu nueva normalidad y eso lleva tiempo. Es como una montaña rusa, no es un camino liso, como esperas. Pasas por momentos difíciles”, dijo la princesa, de 43 años, tras una visita a un hospital en Essex (sureste de Inglaterra).

La princesa de Gales dharlando durante su visita al hospital. (Stefan Rousseau/PA via AP, Pool)
Dentro de esta recuperación gradual a la que aún está sometida, la esposa del príncipe Guillermo de Gales confesó que, durante el tratamiento, se vio obligada a “poner cara de valiente” aunque el proceso puede resultar “realmente difícil”. “Pones una especie de cara valiente, de estoicismo, el tratamiento está hecho, y entonces es, ¿Cómo puedo seguir adelante, volver a la normalidad?”, manifestó.
También señaló que un cáncer “cambia la vida de cualquiera, desde el primer diagnóstico hasta el postratamiento”, y que se no sólo al enfermo sino que se extiende también a los familiares del paciente.

La princesa Catalina plantando unas rosas que llevan su nombre
La visita coincide con la donación de 500 plantas de la Catherine’s Rose, una rosa bautizada en su honor, cuyas ventas apoyan directamente a la Royal Marsden Cancer Charity. Un gesto profundamente simbólico, teniendo en cuenta su propio historial oncológico.
Kate ha recorrido el espacio acompañada por el paisajista Adam Frost, quien lideró el proyecto del jardín. Además, ha querido participar plantando personalmente varias de las rosas que llevan su nombre.