Hace exactamente un año que Joe Biden se bajó del escenario político y renunció a buscar un segundo mandato como presidente de Estados Unidos. Ahora, su hijo Hunter Biden ha revelado un detalle inesperado sobre aquel controvertido debate contra Donald Trump que marcó el principio del fin de su candidatura: asegura que su padre estaba bajo los efectos de un hipnótico, el zolpidem (comercializado como Ambien), un medicamento comúnmente recetado para tratar el insomnio.
En una entrevista con el youtuber Andrew Callaghan, Hunter Biden, de 55 años, explicó que su padre, de 81, estaba exhausto tras una gira internacional que incluyó paradas en Italia y Francia, donde participó en la cumbre del G7 y en la conmemoración del 80 aniversario del desembarco de Normandía. “Sé exactamente qué pasó en ese debate. Voló por todo el mundo, el equivalente a dar tres vueltas al planeta. Está agotado. Le dan Ambien para que pueda dormir y sube al escenario como un ciervo deslumbrado por los faros”, relató.

Joe Biden durante un discurso
Durante aquel encuentro televisado, Joe Biden se mostró desorientado, titubeante, con varios lapsus y dificultades para articular ideas con claridad. Su actuación generó inquietud tanto entre sus aliados demócratas como en los votantes, y días después el mandatario admitió que casi se quedó dormido durante el debate, atribuyendo su estado al agotamiento acumulado por los viajes.
La presión fue en aumento y, un mes más tarde, Biden anunció su retirada definitiva de la contienda electoral. Respaldó entonces a la vicepresidenta Kamala Harris, quien encabezó la fórmula demócrata junto al gobernador de Minnesota, Tim Walz. Sin embargo, el intento de remontar el rumbo no fue suficiente, y la dupla fue derrotada en las urnas. Para algunos analistas, el colapso de la campaña demócrata en los últimos meses del proceso fue un factor clave en la victoria de Donald Trump.
Polémico historial judicial de Hunter Biden
A este escenario político se suma el polémico historial judicial de Hunter Biden, el primer hijo de un presidente en funciones en ser juzgado por cargos federales. Fue declarado culpable de tres delitos relacionados con la compra ilegal de un arma en 2018, tras mentir en un formulario federal sobre su consumo de drogas. Aunque podría enfrentar hasta 25 años de prisión y una multa superior a 750.000 dólares, al tratarse de su primera infracción y dado que el arma no fue usada en ningún crimen, los expertos creen que la pena podría ser considerablemente menor. La sentencia está prevista para diciembre de 2025.