Atiende la llamada desde Gran Canaria, donde está rodando la película Días de agosto con Roberto Álamo y Pilar Castro, entre otros. “¿Mi verano?, por lo menos estoy en Canarias rodando y veo el mar, jaja, pero yo siempre me lo monto bien y busco mis huecos para mí y poder descansar. Eso es lo que he aprendido con el tiempo, a respetar también mi tiempo de soledad y cuidar a mi gente, a mi familia, a mis amigos”. La actriz Maggie Civantos (Málaga, 1984) transmite serenidad con su manera de hablar.
No le debe ser fácil encontrar momentos para desconectar porque desde que en el 2015 se consagró gracias a su papel en la serie Vis a vis no ha parado de trabajar. Luego llegaría Las chicas del cable, El mejor verano de mi vida y más recientemente la serie La pasión turca. También se ha animado a probar como directora y acaba de poner voz junto a Javier Rey a la ficción sonora de Audible Apocalipsis Z de Manel Loureiro.
Maggie Civantos haciendo un ejercicio de expresión y autoconocimiento
“El terror me está fascinando muchísimo en este último año”, asegura. Su primera incursión fue en el 2019 con La influencia . Más recientemente ha participado en la película La coleccionista , también de Loureiro, que se estrena este mes de agosto, y ha dirigido El retorno de Júpiter , de terror psicológico. “Para mí, reencontrarme con el género ha sido todo un descubrimiento. Quiero seguir escribiendo y me encantaría poder seguir explorando el terror porque creo que el arte es una forma de canalizar los miedos que enfrentamos como sociedad”, asegura Maggie, que se llama así por el personaje de Maggie Gioberti de la serie Falcon Crest .
Acaba de poner voz, junto a Javier Rey, a la ficción sonora de Audible ‘Apocalipsis Z’, de Manel Loureiro
Aunque no se considera una persona miedosa, asegura que como todo el mundo tiene sus miedos: “Ahora mismo al futuro que tenemos, todo lo que está pasando, estas guerras... me da miedo la humanidad. Creo que hemos perdido los valores y que nos estamos deshumanizando. Intento mantenerme positiva y luchar contra estos miedos y precisamente intentar aportar algo. Y creo que el arte es una buena herramienta para dar un poco de luz”.
Una de sus pasiones es el baile acrobático
Con el objetivo de integrar ese arte en el bienestar de las personas, Maggie estudió psicosíntesis y se ha formado como coach espiritual. “Ya sé que suena raro, pero es un tipo de coaching que trabaja la espiritualidad. Yo lo hice para hacer un link con el arte y en este caso el teatro y la interpretación, que son herramientas muy sanadoras de expresión y comunicación. Creo que tenemos que aprender a mirar dentro y a escucharnos más”. Ella tiene un centro en Málaga, Alborada, donde organiza retiros de bienestar y artísticos. “Cuando empecé a dar clases me di cuenta del poder que tiene el teatro a nivel terapéutico y como la gente se transformaba después de los retiros de un fin de semana”.
Para Maggie un día perfecto es poder tener tiempo para escuchar música, pasarlo con sus perros en la naturaleza, disfrutar con sus amigos, la playa… “Y leer, últimamente estoy recuperando el hábito de leer que lo había perdido”. Pero si hay algo que le vuelve loca es bailar. “Me encanta, yo practico bailes aéreos y de circo con un aro; para mi un día de entreno es un día feliz”.
