Aron Piper es uno de los actores españoles más reconocidos internacionalmente. Nacido en Berlín en 1997 y criado en Cataluña, comenzó muy joven en el mundo de la interpretación, pero fue la serie Élite de Netflix la que lo catapultó a la fama mundial. Allí, con solo 22 años, Piper se convirtió en un fenómeno de masas. Hoy, el actor combina su carrera interpretativa con una trayectoria musical propia y singular.
En una entrevista reciente con un pódcast, Piper ha explicado cómo vivió el éxito repentino de *Élite* y cómo afectó a su vida personal y profesional. “Pasé por muchas fases. Al principio me invitaban a restaurantes solo por subir una historia. Era una locura”, recuerda.
Con los años, dice que ha aprendido a dar valor a las cosas importantes y a no depender del reconocimiento: “Puede pasar cualquier cosa y mañana dedicarme a la carpintería… y tengo que aprender a ser feliz igualmente”.
He aprendido a reconciliarme con Élite y conmigo mismo

Arón Piper,
Aunque durante un tiempo quiso desligarse de la serie, hoy confiesa estar agradecido: “Élite ha sido el trampolín a todo lo que viene después. Gracias a eso pude comprar una casa a mi madre y he tenido oportunidades que de otra manera no habrían llegado”.
Además de la interpretación, Piper ha desarrollado una carrera musical que comenzó casi al mismo tiempo que la actoral. “Con 12 años ya rapeaba y escribía canciones, todo como un hobby”, explica. Desde hace cinco años, sin embargo, ha profesionalizado esta faceta y ha ido evolucionando: “Siempre he tendido a hacer música un poco oscura, pero ahora estoy en otro punto vital. No quiero estar más en ese lugar”.
Balance entre la fama y una vida normal

Aron Piper en la actualidad
En la entrevista, Piper también habla de la inestabilidad emocional que puede provocar vivir como una estrella: “La primera gira en México fue rock and roll total… y después llegar a casa y no saber estar solo. Hay que aprender a disfrutar de la calma para después vivir la locura del rockstar”.
Aunque ha conocido figuras de la talla de Leonardo DiCaprio o Mick Jagger, Aron mantiene los pies en la tierra: “Cuando conoces a estas personas te das cuenta de que todos somos iguales. Lo importante es rodearte de la gente adecuada y no perderte en este mundo fantasioso”.
De cara al futuro, el actor tiene claro que no dejará la interpretación: “Sé que puedo actuar hasta que me muera. La música todavía me impone más respeto, pero seguiré haciéndola mientras tenga sentido para mí”.