Ibai Llanos ha vuelto a ser tendencia, pero esta vez no ha sido por uno de sus macroeventos ni por una entrevista viral. El foco ha estado en su cuerpo, o mejor dicho, en la imagen distorsionada que circula en redes. “Por favor, los edits del cambio físico tienen que parar ya. ¿Qué es esto? Mi madre me escribe preocupada por WhatsApp: ‘¿Hijo, estás bien? ¿Has hecho la dieta Keto o la dieta Keta?’”, expresaba el propio Ibai en un vídeo publicado en sus redes.
Y es que, desde hace meses, Ibai viene viendo cómo algunos usuarios modifican sus fotos para exagerar su pérdida de peso, llevándolo al límite de lo absurdo. “Esto ha ido evolucionando poco a poco. Al principio me cambiaban la cara, la forma... pero ahora esto ha ido a un punto en el que, ¿dónde estamos?”, se pregunta. “Empezó con la broma de Ibai adelgazado, ha perdido peso el cambio físico de Ibai, pero a día de hoy sigo pesando 96 kilos. Yo tengo todavía mis lorzas y mis tetas. Y cuando veo un donut, empiezo a gritar… Seguiré siendo gordo toda mi vida”.
Ibai, que llegó a pesar 165 kilos, recuerda que su transformación ha sido progresiva y pública. “Este tío -dice, señalando a una foto de AuronPlay- pesa 70 kilos. Yo me he quitado esto, me he quitado un AuronPlay de mi cuerpo”. Pero avisa: no se dejen engañar por los memes. “Si llevas sin verme años, ves una foto mía y dices: ‘¿Qué le ha pasado a este tío? Está enfermo’. Pero claro, del Ibai hinchado de La Velada 2 al de ahora, la diferencia es drástica. Hombre, claro que me notas cambiado”.
Me he quitado un Auronplay de mi cuerpo, pero sigo siendo feo; hice este cambio para no irme al otro barrio, no para ser guapo”
Lo que a él más le indigna no es que se hable de su cambio físico, sino que se trivialice el esfuerzo y el porqué de este proceso. “Yo este cambio físico lo hice porque me iba para el otro barrio. No lo hice por ser guapo. Soy feo, coño. ¿Qué le hago?”. Ibai insiste en que no busca cumplir estándares estéticos: “Si quisiera un cambio estético, me operaría la cara y me pondría pelo, pero no lo he hecho ni lo voy a hacer”.
Para los que han seguido su evolución día a día, el impacto visual es menor, pero saben de sobra el esfuerzo detrás. “He subido más de 150 vídeos entrenando y me habéis visto cómo he ido perdiendo peso progresivamente. De hecho, el propio Gaspi perdió casi 30 kilos en tres meses. Yo eso ni lo he conseguido”, reconoce entre risas. Pero lo deja claro: “Esto lo hice por salud más que por estética”.
El momento en el que Ibai decide alzar la voz no es casual. Hace apenas unas semanas, celebró La Velada del Año 5 en La Cartuja, ante 80.000 personas y batiendo récords en Twitch. Su cambio físico, evidente sobre el escenario, volvió a encender las redes. Pero esta vez, el streamer no ha querido quedarse callado ante la oleada de imágenes manipuladas. “Parad ya con esto. Lo pido por favor. Mi madre está preocupada”.
A Ibai le han llamado gordo, le han llamado flaco, y ahora lo editan hasta dejarlo irreconocible. Pero él sigue a lo suyo. Porque mientras algunos se obsesionan con la foto perfecta, Ibai ha entendido que lo importante es mirarse al espejo y sentirse orgulloso del camino recorrido. Su cambio no cabe en un meme ni en un filtro: es un proceso real, hecho de esfuerzo, de días buenos y días duros, de entrenamiento, de sudor y de no rendirse. Y por eso, con lorzas o sin ellas, Ibai seguirá levantando la voz. Porque el cambio le pertenece a él, y a nadie más.