El príncipe Enrique ha realizado este viernes un viaje sorpresa a Kyiv, la capital de Ucrania, para apoyar a los militares y civiles heridos en el conflicto con Rusia. Acompañado por un equipo de la fundación Invictus Games, que él mismo fundó, el hijo menor de Carlos III ha llegado a la capital ucraniana en tren y ha explicado que su intención es dar visibilidad a la difícil situación que atraviesa el país. “No podemos detener la guerra, pero lo que sí podemos hacer es todo lo posible para ayudar en el proceso de recuperación”, ha declarado tras su llegada el duque de Sussex.
La visita, organizada a petición de las autoridades ucranianas, se centra en impulsar programas de rehabilitación y apoyo psicológico para los heridos. El príncipe Enrique ya había estado en Leópolis el pasado mes de abril, donde recorrió el centro médico Superhumans, especializado en prótesis y cirugía reconstructiva. En esta ocasión, su agenda incluye encuentros en Kyiv y la presentación de nuevos proyectos vinculados a la Invictus Games Foundation.

El príncipe Enrique ante el Museo de historia natural de Ucrania en Kyiv.
Ese primer viaje se produjo tras defender en un proceso judicial en Londres una semana antes que él y su familia no se sienten seguros en Gran Bretaña al perder los privilegios en cuanto a protección policial por su renuncia de sus deberes reales. En esa ocasión, una fuente del equipo del príncipe afirmó que el nivel de protección en su viaje a Ucrania fue mejor que la que recibe cuando viaja al Reino Unido. “Puede ir a Ucrania, un país con una zona de guerra activa, porque cuenta con un sólido equipo de seguridad, del que carece en su país de origen”, afirmaron desde el gabinete del duque de Sussex.
Con este nuevo gesto, el príncipe busca mantener la atención internacional sobre la situación de los veteranos y afectados por la guerra, en un momento en que, según dijo, existe el riesgo de “perder sensibilidad” ante un conflicto que se prolonga en el tiempo. Su viaje ha sido interpretado como una señal de compromiso personal con las víctimas y con la causa de la rehabilitación de los heridos.

El príncipe Enrique posa este viernes durante su visita a Kyiv.
El desplazamiento a Ucrania se produce tan solo un día después de que Enrique mantuviera un encuentro privado con su padre, el rey Carlos III, en Clarence House. Ambos compartieron un té de 55 minutos en Londres, en lo que supuso su primera reunión en persona tras 19 meses sin verse. La cita marcó un paso simbólico en el distanciamiento familiar, después de que en abril Enrique declarara públicamente su deseo de reconciliarse con la familia real británica.