Asesinatos, revelación de datos privados... Y burros
LA SEMANA ROSA
The violent demise of Rob and Michele Reiner, Eduardo Casanova's battle with HIV, and Riley Keough's decision to donate eggs.
Los Travolta, Riley Keough, Eduardo Casanova, Chenoa y Rob Reiner
A cuchilladas. Así empezó esta semana prenavideña, que de dulce y blanca ha tenido muy poco. Roja. De sangre. Así terminó la habitación de hotel de Nick Reiner, donde se alojó el hijo del cineasta tras presuntamente asesinar a su padre Rob (78) y a su madre Michele (68). El matrimonio fue encontrado sin vida en su casa de Brentwood de Los Ángeles. La sorpresa fue mayúscula, pero todavía más cuando el hijo mediano de la pareja, de 32 años, fue detenido como principal sospechoso del doble crimen.
Parece que hay pocas dudas sobre quién cometió el supuesto parricidio. Nick y su progenitor tuvieron una discusión visible horas antes en la celebración navideña del conocido presentador Conan O'Brien. Varios invitados compartieron con la prensa que el comportamiento del hijo del director de cine durante el evento fue peculiar y amenazante. Incluso la hija de las víctimas informó a las autoridades sobre el peligro que representaba su hermano después de descubrir los cadáveres de sus padres. Vaya conmoción.
Unas vecinas chismosas comentarían que “se veía venir”. Y es que Nick siempre estuvo chico problemático. Inmerso en el ámbito de las drogas desde su adolescencia, pasó por distintas clínicas de desintoxicación sin lograr la recuperación. Su dependencia lo condujo incluso a vivir en la calle en ciertas ocasiones. Este sufrimiento personal y familiar fue el impulso para que su reconocido padre Rob Reiner, cineasta de obras tan aclamadas como Cuando Harry encontró a Sally…, La princesa prometida o Algunos hombres buenos, realizara la película Being Charlie (2015), en la que Nick colaboró con el guion, y que relata la historia de un joven adicto que busca reconstruir su vínculo familiar después de escapar de un centro de rehabilitación. Tenían conocimiento de la situación.
Una década más tarde, es evidente que aquel enfoque terapéutico familiar mediante el cine no tuvo éxito alguno. El examen post-mortem del desafortunado vínculo matrimonial ha determinado que su fin se debió a “múltiples lesiones por arma blanca”. Y su vástago, ese conflictivo Nick, enfrenta dos acusaciones de homicidio. El ministerio público incluso contempla la opción de solicitar la pena capital para él, si bien considerará “la opinión y los deseos de la familia”. Una situación complicada les aguarda.
Tampoco lo ha tenido fácil Eduardo Casanova. El actor y director ha hecho historia en España al convertirse en el primer famoso que anuncia que tiene VIH. “Hoy rompo este silencio tan desagradable y doloroso después de muchísimos años”, escribió en su cuenta de Instagram. Y adelantó las primeras imágenes de un documental que se estrenará en enero, dirigido por Jordi Évole, donde relata su experiencia con la enfermedad. Con su anuncio, el artista pretende desestigmatizar a las personas portadoras del virus a la vez que lamentó que “todavía hoy, cerca del 80% de las personas con VIH no haya compartido su diagnóstico con casi nadie”. Denunció también la presencia de “un estigma que nos condena al rechazo más sistemático e injusto”.
Un par de semanas antes de este inesperado anuncio, concretamente el 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, Casanova estrenó como director en Movistar Plus+ la mini serie Silencio. El actor que alcanzó la fama gracias al personaje de Fidel en Aída, expone ese silencio que sufren los portadores del VIH y que él ha decidido romper. “Este silencio es un lugar muy incómodo en el que vivir y muy injusto: no puede ser que haya enfermedades que te conviertan en un héroe y otras que te conviertan en un apestado”. Bien dicho. Y bien hecho.
Esta semana, que no ha sido tranquila para la prensa del corazón, ha traído otra noticia sorprendente que parece sacada de una película de sobremesa de bajo presupuesto. La actriz Riley Keough, nieta de Elvis Presley, supuestamente donado sus óvulos a John Travolta y Kelly Preston, fallecida en julio de 2020, para tener a su hijo menor Benjamin, quien nació en 2010. Los documentos han salido a la luz durante una complicada disputa legal iniciada por dos antiguos socios de Priscilla Presley, la abuela de Riley, pero que involucra a varias figuras del círculo familiar con la intención de obtener una parte de la herencia de Elvis. Y cuando hay posibilidad de ganar dinero, no hay secretos familiares que deban ser guardados.
Los presuntos documentos judiciales revelan adicionalmente que, previamente, los Travolta habrían empleado óvulos de Lisa Marie Presley, la progenitora de Riley, pero optaron por una donante distinta al no desear “óvulos con heroína”. La joven presuntamente realizó la donación a los 20 años y habría obtenido a cambio un Jaguar clásico y una suma entre 10.000 y 20.000 dólares. Para añadir más detalles a la situación, ocurre que la pareja resolvió tener este nuevo descendiente después del fallecimiento de primero, Jett, a la edad de 16 años, a causa de la enfermedad de Kawasaki, momento en que la esposa de Travolta ya tenía 48 años. Una tragedia completa.
La situación de RTVE también era apremiante tras la renuncia a última hora de Andreu Buenafuente, quien iba a presentar junto a su esposa Sílvia Abril las siempre anticipadas campanadas desde la Puerta del Sol, pero tuvo que retirarse por estrés. La dificultad de encontrar reemplazos en un plazo tan corto que estuvieran a la altura de la popular pareja resultó en un trío. El programa será finalmente presentado por Chenoa y Estopa, los hermanos David y José Muñoz, quienes han aceptado el desafío con gran ánimo. “Vamos a dar consejos para no atragantarse”, manifestaron. Esperemos que este año tengamos éxito.
Y concluimos con la noticia más conmovedora de la semana, aquella que verdaderamente encarna el espíritu festivo de esta temporada. La reina Sofía, en marcado contraste con la polémica que rodea al rey Juan Carlos, ha optado por establecer, mediante su fundación, un centro de protección y refugio para canes, felinos y… asnos, cuya inauguración está prevista para el próximo año en Arganda del Rey, provincia de Madrid. Resulta llamativo que el albergue contemple a los asnos, pero esta es indudablemente una de las prioridades de la madre de Felipe VI, quien profesa un profundo afecto por este animal, víctima de un abandono desolador, sobre todo cuando ya no es útil para laborar. La escasez de instalaciones de acogida dedicadas a ellos ocasiona que muchos terminen en carnicerías, una situación que la reina emérita aspira a revertir. Un magnífico obsequio navideño.