Las circunstancias pueden llegar a ser muy complicadas para quien se enfrenta a la persecución de un Estado. Estas son historias de personas que han sido perseguidas, en ocasiones de forma justificada y en otras de forma injusta.

Stalin en una foto sin datar
La venganza de Stalin. Tras la muerte de Lenin, León Trotski salió derrotado de la lucha por el poder en la joven URSS y tuvo que exiliarse. Stalin, que veía en él a un peligroso enemigo, envió a sus agentes a México para que acabaran con la vida del histórico dirigente comunista. Sin embargo, antes de eso, Trotski fue testigo de cómo el líder soviético se vengaba cruelmente de sus hijos. La venganza estalinista no tenía límites.

Arthur Nebe, en una imagen de 1942
Navegar entre dos aguas. Arthur Nebe participó, desde su alto cargo en la policía, en muchos crímenes nazis. Su especialidad, sin embargo, era navegar entre dos aguas, como muestra que participara en la conspiración fracasada contra Hitler, tras la cual fue perseguido durante seis meses hasta que fue capturado. El ucraniano Constantine Dobrowolski también participó en la represión nazi; su hijo cambió de apellido y emigró al Reino Unido. La hija de este último dirige hoy el MI6.

Robert Einstein, primo de Albert Einstein, y su esposa Nina Mazzetti
El drama de Robert Einstein. Albert Einstein era uno de los grandes enemigos públicos del nazismo, pero Hitler tenía un problema: el físico vivía en el exilio fuera de su alcance. Quien, en cambio, no pudo escapar a su venganza fue la familia de su primo Robert, que vivía en la Italia ocupada por los nazis tras la caída de Mussolini. La ejecución de su esposa y sus hijas fue uno de los incontables crímenes de aquella época.

Oscar Wilde
Un juicio mediático. El dramaturgo Oscar Wilde pasó en poco tiempo de estar en la cima de la fama a la cárcel, donde cumplió una condena de dos años por indecencia, tras un polémico juicio en el que el tribunal quiso castigar al escritor de forma ejemplar por su homosexualidad. Los detalles del proceso, en el podcast de Historia y Vida.
Más allá

El rey Federico II de Prusia examinando un cultivo de patatas
La patata, una historia tortuosa. La patata, uno de los alimentos más versátiles y extendidos del mundo, ha tenido una historia tortuosa. Este vídeo del canal de Youtube Geo History detalla las vicisitudes de este tubérculo, desde sus orígenes en Latinoamérica hasta la actualidad, cuando su producción se eleva a cientos de millones de toneladas, pasando por la reticencia de las sociedades europeas a su consumo poco después de llegar al Viejo Contiente.
Dinomanía. El estreno Jurassic World: El renacer, séptima entrega de la franquicia, confirma que el interés por los grandes animales prehistóricos continúa muy extendido. No se trata de un fenómeno reciente. Europeana traza en este artículo la historia de la dinomanía, desde mediados del siglo XIX, cuando nadie había oído hablar de los dinosaurios, y su impacto en la cultura popular.
Déjà vu
Rebajas históricas. La polémica rebaja de impuestos que Donald Trump ha conseguido que el Senado aprobara por la mínima –el voto del vicepresidente J.D. Vance rompió el empate- es una tradición seguida tanto por el presidente como por el partido republicano. El recorte, calificado como casi todos de histórico, supone, en resumen, mejorar el tratamiento fiscal a las grandes fortunas y reducir importantes apartados del gasto social. Pese a estos últimos recortes de gasto, se estima que con la nueva normativa tributaria el déficit público estadounidense se incrementará en 3,3 billones de dólares en los próximos diez años.
También recibió el calificativo de histórica la bajada aprobada en el primer mandato de Trump, en 2017, en aquella ocasión tal vez con más motivo, pues se consideró el primer gran recorte desde los impulsados en los años 80. En aquella época, la política económica del también republicano Ronald Reagan (en el poder entre 1981 y 1989), la reaganomics, tenía en el descenso de los impuestos uno de sus pilares, especialmente en la tributación sobre rentas del trabajo y sobre capital. La medida, clave en el mandato del presidente, supuso, de forma poco sorprendente, un recorte del gasto social y un aumento de la desiguadad: a mediados de la década, EE.UU. se había convertido en el mayor deudor del mundo.

Ronald Reagan en una imagen de 1988
En realidad, la historia de los impuestos estadounidenses es una historia de fuertes subidas y bajadas en función del momento y del partido en el poder. Durante la Primera Guerra Mundial, en la que el país intervino a partir de 1917, fue necesario un incremento tributario para financiar el esfuerzo bélico, pero tras la conflagración la llegada al poder del republicano Calvin Coolidge supuso un recorte significativo. Este descenso contribuyó al fuerte crecimiento de la economía durante los años 20, que terminó con la crisis de 1929.
En la década siguiente, en tiempos de la Gran Depresión, los tipos máximos del impuesto se elevaron hasta el 70%, pues eran necesarios fondos para financiar la inversión pública para afrontar la crisis. Después, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, esos mismos tipos alcanzaron un insólito marginal máximo del 94% que pagaban las grandes fortunas. Con fuertes oscilaciones, la tendencia claramente a la baja no se recuperó hasta los años 60, gracias a las medidas aprobadas, esta vez por un demócrata, John F. Kennedy.